Las islas que pueden observarse en varios puntos del Ebro muestran la situación en la que se encuentra el río. Desde hace días su caudal no llega al nivel mínimo preventivo -para favorecer la dilución de vertidos- de 30 metros cúbicos por segundo. Este periodo de estiaje, natural en la época estival, ha coincidido con la avería de una de las compuertas del azud de Vadorrey, avivando, años después, el debate sobre su función. El Ayuntamiento de Zaragoza ha optado por posponer su reparación con el fin de iniciar un debate sobre la necesidad de la ciudad de una instalación de esta envergadura. Y mientras eso sucede, las compuertas de la presa se mantienen bajadas -o tumbadas- por lo que el agua del río circula sin impedimentos.

La concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas, explicó que será en el seno de una mesa técnica donde se decida si se repara. Todas las posibilidades están encima de la mesa y no se descarta ninguna. La decisión podría dilatarse en el tiempo y los clubes deportivos denuncian las consecuencias negativas que tiene -y tendrá a corto plazo- para la práctica del piragüismo o el remo tener unos niveles tan bajos. Según explican, necesitan un caudal superior al actual para sacar sus embarcaciones, sobre todo los remeros. Tanto es así, que han tenido que alterar los tramos de entrenamiento y alertan de los problemas que les está causando para realizar los últimos preparativos de cara a las competiciones nacionales y europeas que se celebran este verano.

POSICIONES / En esa mesa técnica es previsible que suceda exactamente lo mismo que en el 2008, cuando se construyó el azud para la Expo del Agua. Entonces las opiniones estaban enfrentadas en dos vertientes claras: a favor o en contra. Los argumentos eran y son muchos y variados y, además, se están produciendo situaciones que en su día auguraron expertos y ecologistas: aumento de gravas, proliferación de algas, más mosca negra... Esta vez habrá una diferencia, porque hace nueve años entre la polémica se encontraba la viabilidad de invertir 25 millones en esta estructura, teniendo en cuenta que Endesa, finalmente, se apartó del proyecto. Ahora ya esta hecho. La duda se centra en si se debe retirar lo que tanto le costó a ciudad.

En el 2008 los ecologistas alertaban de las consecuencias negativas que tendría la construcción de esta presa en el río. El azud tiene como función crear una lámina de agua estable que mantenga un nivel del río determinado, «creando una especie de balsa artificial e impidiendo el curso natural del agua», según varios expertos y ecologistas consultados. Entre sus consecuencias directas, explican, se encuentra la proliferación de algas y de especies invasoras que se sienten cómodas en zonas de aguas estancadas y que son más propias de los embalses, como los siluros o el mejillón cebra.

El hecho de que este año no haya habido ninguna avenida ha impedido que el río se haya limpiado de forma natural, por lo que ha producido una mayor acumulación de gravas y sedimentos y algas. Unido a las altas temperaturas, la mosca negra y los mosquitos han encontrado un caldo de cultivo donde depositar sus huevos. Desde el 2011 no se había contabilizado un número tan elevado de larvas. El consistorio ya ha realizado dos prosprecciones de un larvicida natural tanto en el Ebro como en el Gállego.

Zaragoza en Común (ZeC) ha manifestado en más de una ocasión su oposición al azud y a la actuación en el río. Una de las primeras medidas que tomó fue cancelar el contrato de la navegación. «El dragado del rio no tenía ningún motivo medioambiental. No buscaba una intervención preventiva o la mejora del río, solo era una acción de ocio para que pudieran navegar los navíos», explicó Artigas.

Para la concejal, que no descarta ninguna opción respecto al futuro del azud, el anterior Gobierno socialista quiso convertir al Ebro en un río centroeuropeo, alterando su naturaleza mediterránea. «El azud se creó para mantener un caudal constante en verano que permitiera la navegación de barcos», insistió. «Se hizo desde un punto de vista estético y la salud del río está por encima de todo», añadió.

Según la concejala, la presa solo tendría sentido en el caso de que sirviera para asegurar el abastecimiento poblacional o fuera necesario por motivos de seguridad.

Entre las opciones que baraja el ayuntamiento se encuentra la posibilidad de eliminar la barrera de sedimentos que se ha acumulado en el entorno de Helios. Así se lo trasladaron a los clubes deportivos desde el área de Deportes esta semana durante una reunión en la que se le exigía al consistorio que actuase de inmediato. Según el concejal de Deportes, Pablo Híjar, se trata de una idea que tendría que coger forma y que está supeditada a los informes técnicos y medioambientes que resulten de la mesa técnica y, sobre todo, a la capacidad económica debido a la cantidad de grava acumulada.

Los clubes, junto a más de 20 entidades y asociaciones, ha programado para este martes a las 18.00 horas una concentración en las escalinatas, entre el puente de Santiado y Helios, para reclamar al consistorio una solución urgente y la reparación del azud.

ZARAGOZA

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