María Marcos es una víctima más del "vergonzoso" sistema de salud aragonés. Lleva más de un año esperando a ser intervenida de cataratas en uno de sus ojos. Asegura estar cansada de que no hagan nada por ella y teme que tanto tiempo de espera empeore su salud. Está pensando en poner una reclamación en el salud.

Sentada en su casa y a la espera de ser intervenida. Así está María, una mujer de 77 años que aguarda a que su teléfono suene algún día para darle la buena noticia. Hace cinco años ya fue intervenida de cataratas en ambos ojos, pero ahora han empeorado. "Con uno de ellos no veo, y el otro, de tanto forzarlo, me duele y también estoy perdiendo visión", señala.

Su intervención quirúrgica se lleva a cabo en un solo día y suele durar apenas una hora. Se hace mediante láser, y el paciente es dado de alta poco después. "No entiendo como algo tan simple y que dura tan poco, puede ser tan complicado de llevar a cabo", relata Marcos.

"He trabajado y cotizado en la Seguridad Social 42 años. Esto no debería ser así", se queja María. No está conforme con la situación que padece. "La sanidad de hoy en día es peor que la de posguerra", afirma. María ha ido varias veces al oftalmólogo, y "siempre te cuentan la misma historia". Entiende que "hay cosas que no están en su mejor momento, pero la sanidad es intocable".

Es presidenta del hogar San Blas y conoce a muchos otros "mayores" que están en la misma situación. "No hay ninguno que se salve. El que no es por una rodilla, es por una cadera, o por lo que sea. Tenemos algo en común, todos tenemos que esperar varios meses, incluso años", afirma.

Incluso el nieto de María lleva meses esperando a que un especialista le diga qué le pasa. Desde julio espera una ecografía, y tiene hora para enero. 7 meses para una prueba que en cualquiera de las clínicas privadas de Zaragoza podría hacerse el mismo día que se solicita. Esta situación lleva a muchos a "desesperarse".