A sus 71 años, el zaragozano Enrique Cavero mantiene intacto su espíritu reivindicativo. Ese que le ha llevado a unirse e impulsar junto a otros compañeros la coordinadora de pensionistas en Aragón. «Si estoy aquí es porque creo que lo que defendemos y pedimos es una causa justa y necesaria», zanja. Como muchos de los integrantes de la plataforma, Cavero no tiene dificultades para llegar a fin de mes, pero asegura que, «si no hacemos algo, se van a cargar el sistema público de pensiones».

El zaragozano, que trabajó diez años en una asesoría de empresas y luego como autónomo en el área comercial, nunca ha pertenecido a ningún partido ni sindicato, por eso lo que más le gusta de este movimiento es que es ajeno a siglas y banderas. «La protesta está creciendo tanto que a las organizaciones sindicales y a los partidos no les ha quedado otra que subirse al carro», indica Cavero, que lamenta que algunos quieran sacar rédito electoral.

Para este pensionista zaragozano, la movilización del día de hoy va mucho más allá. «El objetivo primordial debería ser darle la vuelta a la sociedad; el mundo tendría que estar organizado de abajo a arriba y no al revés, hasta que eso no suceda no será un mundo justo», sostiene.

Respecto a las demandas que persigue la coordinadora, Cavero asegura que la solución es «sencilla siempre que haya voluntad política»: «En los últimos años el Estado ha rescatado a la banca o a las autopistas; en el fondo es un tema de prioridades y yo creo que la gente siempre va primero». El jubilado está convencido de que la protesta será un éxito. «El Gobierno se ha equivocado porque se está metiendo con un colectivo que tenemos mucho tiempo y representamos muchos votos», concluye. R. l. m.