El presunto etarra Ibon Urrestarazu, detenido el pasado martes en la localidad vasca de Ordizia, ha confesado a la Policía su participación en el asesinato de Manuel Giménez Abad, presidente del PP aragonés, cometido el 6 de mayo del 2001, y en varios atentados perpetrados por ETA, entre el 2000 y el 2003, en los que murieron otras ocho personas.

El sospechoso también implicó a dos de los 21 arrestados en una operación antiterrorista desarrollada esta semana, Xavier Balerdi y Andoni Cobos, por su colaboración en el atentado de Giménez Abad y en otros cometidos en Sangüesa y Beasain, donde murieron dos policías, uno de ellos Julián Embid, de la localidad zaragozana de Saviñán, y dos ertzainas, respectivamente.

Entre otros crímenes en los que confensó haber participado Urrestarazu figuran también los que costaron la vida al jefe de la Policía Local de Andoain Joseba Pagazaurtundua, al empresario de Zumaia José María Korta, a dos ertzainas, a dos trabajadores de la empresa Elektra y a dos policías nacionales.

LA ACUSACION A pesar de las confesiones de Ibón Urrestarazu, de 43 años, detenido el martes junto a su compañera Alaitz Iturrioz, de 29, por el momento sólo se le acusa de haber proporcionado la información sobre el concejal socialista Iñaki Dubreil para que un comando de liberados de la banda ETA lo matara. En la explosión de un coche bomba, el concejal sólo resultó contusionado, pero murieron dos trabajadores de la empresa Elektra que salían del tren junto a él. Además, el Ministerio del Interior informó de que él y su compañera Iturrioz alojaron en su domicilio en el año 2000 a los jefes de ETA Ibon Fernández Iradi, Susper , y Ainhoa García Montero, Laia , les dejaron su coche y compraron material para fabricar explosivos.

En fuentes oficiales se insiste en mantener una actitud de cautela ante las manifestaciones del detenido, a la espera de que sean corroboradas ante la autoridad judicial o de que puedan ser confirmadas por otras pruebas. Tampoco se han dado detalles acerca del tipo de implicación que podría tener el presunto etarra, si se trata de recogida de información para los atentados, como en el caso de Dubreil, intervención directa en su comisión o colaboración con los autores materiales.

INVESTIGACION En los tres últimos años y medio, la Policía había seguido diversas pistas sobre el atentado contra el político aragonés, que en ocasiones ha sido atribuido a distintos comandos, sin que las sospechas llegaran a confirmarse.

Giménez Abad fue abatido por tres disparos en la zaragozana calle de Cortes de Aragón cuando se dirigía en compañía de su hijo a La Romareda para presenciar un encuentro de fútbol entre el Real Zaragoza y el Numancia. Hasta estas últimas detenciones, el único dato de que se disponía era que la pistola utilizada para matar al dirigente del PP fue la misma que se empleó posteriormente para asesinar a Pagazaurtundua.

En la operación, que sigue abierta, la Policía detuvo el pasado martes a 17 presuntos etarras en las tres provincias vascas y de Navarra. Al día siguiente se practicó otro arresto en Pamplona. Esa misma tarde fueron detenidos Balerdi, cuando se disponía a tomar un tren en Beasain, y Cobos, en la localidad navarra de Alsasua.

COMANDO DE "EJECUCION" Estos dos últimos, junto a Ibon Urrestarazu e Iturrioz, podrían haber formado un comando "de ejecución" que habría cometido nueve asesinatos desde el año 2000, así como otros atentados, incluida la colocación de los explosivos que destruyeron parcialmente el estacionamiento de El Corte Inglés de Zaragoza el 1 de junio del año 2002. No obstante, por ahora, sólo se les acusa de colaborar con banda armada.

Los responsables de la lucha antiterrorista consideran que con las detenciones practicadas esta semana han infligido un golpe muy serio al aparato de reclutamiento y apoyo a la organización terrorista con la operación que se inició el pasado martes y continuó ayer con la detención de dos nuevos supuestos activistas de la banda armada.

150 AGENTES Un operativo compuesto por 150 agentes de la Comisaría General de Información, bajo la dirección del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, arrestó el martes a 17 supuestos miembros y colaboradores de ETA en el País Vasco y Navarra. Las detenciones se sucedieron hasta ayer, con un saldo de 21 arrestados.

El juez Garzón ordenó el miércoles la libertad de uno de los detenidos por padecer una enfermedad terminal. Además, ha decretado la libertad condicional bajo fianza de otros cuatro y ha ordenado prisión para otros siete.