En el 2007 se cerró la iglesia de Híjar. Sufría desprendimientos en su interior. Este año comenzará su rehabilitación. El Fondo de Inversiones de Teruel, en su anexo dedicado al "apoyo a las infraestructuras para la implantación de empresas", destina 389.000 euros a la recuperación del templo. En este mismo apartado se incluyen otros 60.000 euros para la iglesia del municipio de Cosa o 125.000 euros para empedrar una calle en Mosqueruela.

Son algunos ejemplos de lo que se hace con el dinero del fondo. Lo mismo sirve para hacer una carretera, que un polígono, que una calle o una vivienda rural. Santiago Lanzuela (PP) fue el consejero de Economía que negoció la creación del FITE. Destaca que se han impulsado proyectos importantes para la provincia, como Motorland, Dinópolis, el aeropuerto de Caudé o la estación de esquí de Javalambre. Pese a todo, reconoce que al final se ha convertido en un "cajón de sastre". "La comunidad autónoma utiliza el dinero para pagar obras que le corresponderían a ella. Así se evita inversiones. El resultado es que se desvirtúa el objetivo del fondo que parece servir para un roto y para un descosido", dice.

El FITE ha impulsado proyectos tan relevantes como Motorland o Dinópolis. Pero en la actualidad, cada año siete millones de euros se dedican a tapar la deuda que acumula la Ciudad del Motor. "En mi opinión es cuestionable que se dedique dinero del fondo para estos fines. No debería ser así, pero los presupuestos de las administraciones están escuálidos, y desde ese punto de vista es entendible", indica Manolo Blasco (PP), alcalde de Teruel. En cualquier caso, insiste en la utilidad de cuanto se ha invertido a través de este fondo.

Si el destino del dinero se cuestiona, lo mismo sucede con los criterios del reparto. Una comisión decide los proyectos en los que se invierte. Son propuestos por el Gobierno de Aragón. No hay concurrencia competitiva, sino meras adjudicaciones. "Está claro que se ha hecho con criterios políticos. PP, PSOE y PAR llegamos a un acuerdo para que el dinero se distribuyese de forma equitativa entre los municipios", admite el diputado socialista Vicente Guillén. Reparto equitativo significa, en este caso, dar el dinero en función del color de cada ayuntamiento.

Esto ha hecho que algunos municipios, como Andorra, donde ha gobernado IU en los últimos años no hayan recibido ni un euro de este fondo. La tercera localidad de la provincia en número de habitantes se ha quedado fuera del reparto. Luis Ángel Romero, diputado de IU y exalcalde de la villa minera, lamenta esta circunstancia y lo achaca a que la concesión de las ayudas se ha hecho siempre de manera "discrecional". Su grupo ha presentado una queja ante el Justicia de Aragón.

Andorra se ha quedado sin inversiones del FITE pero otros muchos municipios han recibido inversiones muy importantes. Aguaviva, por ejemplo, donde siempre ha gobernado el PAR, ha recibido desde el 2007 600.000 euros. Lo que equivale a 909 euros por habitante. O Azaila, con el Gobierno municipal en manos de los socialistas, ha tenido ayudas por valor de 160.000 euros --1.203 por habitante--.

El actual consejero de Economía, Francisco Bono, insiste en que el reparto se ha hecho siempre de forma muy "consensuada". "Ahora ya no se hacen frontones", bromea. Frontones quizás no, pero iglesias sí. Y no solo eso. En el 2013 está previsto gastar 2,5 millones en carreteras provinciales o autonómicas. Una inversión que es competencia directa del Gobierno o de la diputación. O se arreglará un jardín junto a la iglesia de San Pedro de Teruel --costará 125.000 euros--. "Todo es debatible o discutible", admite Bono. Sin embargo, no duda en decir que antes los fondos del FITE se invertían "mal" y que ahora se gastan "bien". En su opinión, en proyectos "productivos". Tanto como la Fundación Santa María de Albarracín, que recibirá 300.000 euros este año; la estación de autobuses de Alcañiz, en la que se invertirán 125.000 euros o la financiación de la carrera Baja Aragón, a la que irán 300.000 euros como "proyecto estratégico y singular".