El Partido Aragonés dedica una buena parte de su programa electoral a explicar sus políticas sociales, que engloba bajo el epígrafe Personas, solidaridad y calidad de vida. Su punto de partida es que el activo más poderoso está constituido por las personas y, en esa línea, propone la puesta en marcha de medidas para evitar los desahucios y el drama social que conllevan. A partir del individuo como meta de su acción, los aragonesistas moderados desgranan una serie de medidas en apartados como la familia como eje de la vida social, la infancia y la juventud, los mayores, la vivienda, la dependencia y la discapacidad, la igualdad entre sexos, la inmigración y la cooperación con el desarrollo. Cada uno de estos grandes bloques es objeto del desarrollo de medidas en materia de conciliación laboral, un plan por la infancia y la adolescencia, la teleasistencia para personas mayores, la mejora de las prestaciones sociales para quienes sufren algún tipo de minusvalía y el reforzamiento del Instituto Aragonés de la Mujer, junto con una política activa de integración del inmigrante y un pacto contra la pobreza.