En una breve comparecencia ante los medios de comunicación ayer en un balneario de la localidad pontevedresa de Mondariz, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se limitó a confirmar que el 2016 será el año para iniciar la reforma constitucional "si hay voluntad" y se logra un "consenso y acuerdo" para hacerlo. El presidente, que pasa sus vacaciones en Pontevedra, definió como un "buen informe" el que elaboró el Consejo de Estado en el 2006 (una propuesta sobre la que mostró su desacuerdo el expresidente José María Aznar) y que puede ser la base para comenzar los trabajos de modificación de la Carta Magna de forma "serena" y "tranquila". Según apuntó el líder del PP, e nesta legislatura la principal prioridad era evitar "la quiebra de España" y tras ello, en la próximo "se pueden y se deben hacer otras cosas". Entre ellas, apuntó, la reforma del sistema de financiación (que debería haberse reformado durante este ejercicio), pues es "absurdo", según Rajoy, hacerlo antes dado que no había ingresos suficientes para repartir a las comunidades (pese a que por ley la financiación debía reformarse este año). Rajoy también dijo que en este contexto se podrá abordar el debate de si existe consenso para acometer la reforma del texto constitucional.