De manera casi heroica hasta hace cuatro días (sí, hace poco tiempo que expresar una sexualidad diferente no acarrea estigma y hasta penas de cárcel), los creadores han jugado un papel clave en el largo camino hacia la normalización de los colectivos LGTBI.

1895

Oscar Wilde, el ídolo caído en desgracia

El más celebrado autor teatral del West End londinense recibe una tarjeta de visita del marqués de Queensberry (sí, el de las reglas del boxeo) acusándolo de «sodomita». Wilde, en la cumbre de su fama, no calcula bien: responde con una querella que se vuelve en su contra y acaba en la cárcel. Allí escribirá el De profundis, kilómetro cero de la literatura gay.

1912

Thomas Mann entreabre el armario

El gran autor alemán era un egocéntrico y convencional padre de familia obsesionado con medirse con Goethe. Póstumamente sus diarios destaparon su homosexualidad reprimida. Pero para darse cuenta no había más que leer La muerte en Venecia, sobre la belleza y el amor y la imposibilidad de poseerlos. Otro gay, Visconti, la convirtió en memorable película.

1927

La pionera obra Marguerite Yourcenar

Tenía que ser una mujer, la escritora y lesbiana Marguerite Yourcenar, quien pusiera por primera vez negro sobre blanco y publicara el sufrimiento de un gay a quien las condiciones sociales han obligado a casarse y a formar una familia. El título de Alexis o el tratado del inútil combate hace referencia a la lucha contra la propia condición.

1940

El homoerotismo de Tom de Finlandia

Desde la fría Escandinavia, Touko Laaksone (1920-1991) hizo sus primeros dibujos homoeróticos con varones musculados y sexys, marineros, militares, leñadores, policías..., que pronto firmó con el seudónimo de Tom de Finlandia. Sus osadas viñetas, que mostraban relaciones sexuales explícitas entre hombres, no exentas de polémicas, le convirtieron en un referente gay.

1949

Jean Genet, chapero en el barrio chino

Hijo de una prostituta y de padre desconocido, Jean Genet, delincuente antes que escritor, representa al homosexual airado enfrentado a la sociedad biempensante a la que escupe en la cara. Escribió algunas de sus mejores obras de teatro mientras estaba en la cárcel, de la que salió gracias a la ayuda de Sartre y de Cocteau. En Diario del ladrón relató sus andanzas como chapero en el barrio chino barcelonés, hoy Raval.

1960

Ostras y caracoles en la antigua Roma

El general romano que encarna Laurence Olivier en Espartaco de Stanley Kubrick se siente atraído por el esclavo que interpreta Tony Curtis. En una secuencia que escamoteó la censura franquista, el general le pregunta al esclavo: «¿Consideras que comer ostras es moral y comer caracoles es inmoral?», en una referencia a la bisexualidad. Cima de cómo decir las cosas sin decirlas.

AÑOS 70

La Barcelona de Nazario y Ocaña

En la Barcelona canalla y underground de los 70, el transgresor Nazario halló el caldo perfecto para dar rienda suelta a sus desatadas viñetas, creando el icono gay del cómic por excelencia, Anarcoma, la detective transexual, y obras como San Reprimonio y Alí Babá y los 40 maricones. Para la historia quedan también sus paseos por la Rambla con el malogrado artista Ocaña, disfrazados ambos de mujer.

1970

La era disco: la salida de las catacumbas

La apertura de The Loft, impulsada por David Mancuso, en Nueva York en 1970 fue una excelente noticia para la comunidad LGTBI: por fin había un sitio que les aceptaba y que no estaba sometido a las redadas habituales en sus bares y clubs. La era disco, con Studio 54 como pináculo, permitió al colectivo salir de las catacumbas. Por si la imagen de Village People no dejaba clara su orientación sexual, su éxito planetario YMCA (1978) era una celebración de las instalaciones de la entidad cristiana del título como lugar de encuentros entre gais. Golazo de pillos.

1972

Apoteosis ‘queer’ y ‘trash’ con Divine

Pink flamingos: apoteosis de la comedia queer, trash y desenfadada de John Waters y su actriz fetiche, Divine (Harris Glenn Milstead), la gran drag queen del cine underground de los 70. Divine encarna a la persona más inmunda del mundo según un periódico de Baltimore. Waters no se cortó un pelo: pornografía, canibalismo, zoofilia, drogas, coprofagia, voyerismo y un matrimonio que vende bebés a parejas lesbianas.

1973

Un dulce transexual de Transilvania

The Rocky Horror Show, parodia musical de Frankenstein en clave alocadamente queer, fue un éxito sin precedentes en su estreno teatral en Londres. Dos años después, convertida en película, fue la principal razón de ser de las sesiones golfas en los cines. El espectáculo estaba tanto en la pantalla como en los espectadores que interactuaban en directo con las extravagantes escenas.

PRIMERA MITAD DE LOS 70

El ‘glam rock’ o la moda de la androginia

La mayoría de las formaciones de glam rock estaban compuestas por gañanes que simplemente se lo pasaban bomba enfundándose modelitos pasados de rosca, pero David Bowie, el cabecilla del movimiento, desarrolló un seductor discurso andrógino ante el que no había otro remedio que jugar a ser como mínimo bisexual para estar en la onda.

1974

La explotación sexual según Fassbinder

Cineasta y dramaturgo anarquista y homosexual, capaz de rodar 40 películas en solo 13 años, entre 1969 y 1982, año de su fallecimiento, Rainer Werner Fassbinder resumió en La ley del más fuerte su concepto de la explotación económica y sexual de la clase trabajadora a partir del itinerario humillante de un joven gay (encarnado por el mismo director) que gana la lotería.

1974

La inspiración del más heavy de los heavies

El cantante de Judas Priest, Rob Halford, fue el responsable de que millones de jóvenes adoptaran el cuero, las cadenas y las muñequeras como estética hiperviril. Pero, caramba, resulta que el más heavy de todos los heavies había copiado su estética de la de los clubs gais más duros de Nueva York. Halford hizo pública su homosexualidad en 1998.

1977

Lo bastante hombre para ser mujer

La cantante trans Wayne County, más tarde Jane County, paradigma de la desobediencia imperante en el Nueva York protopunk y punk, dejó las cosas claras en dos canciones antológicas: (If you don’t wanna fuck me baby) Fuck off! -(si no quieres follarme, nene) ¡Jódete!’- y Man enough to be a woman (lo bastante hombre para ser una mujer).

1982

El liberador huracán Almodóvar

Un joven árabe con un olfato súperdesarrollado (Antonio Banderas) se enamora del hijo del dictador del remoto Tirán (Imanol Arias), quien se siente atraído también por una cantante ninfómana (Cecilia Roth) pese a que le gustan los hombres. Entre medio, Almodóvar y Fabio McNamara suben al escenario para cantar Suck it to me. Laberinto de pasiones es otra apoteosis: de la movida madrileña y las libertades sexuales.

1985

La revelación de Rock Hudson

Tras haber encarnado al hombre al que todas las mujeres desean en las comedias de los 50 y 60 (en alguna de ellas incluso llegaba a interpretar a un depredador sexual que se hace pasar por gay para facilitar sus conquistas), Hudson, convertido en una sombra de sí mismo, reveló unos meses antes de su muerte que era gay y que padecía el sida. La noticia marcó un antes y un después en la percepción de la enfermedad.

1987

El cómic costumbrista de Ralf König

Es el más famoso referente en la historieta gay actual. El dibujante alemán salió del armario a finales de los 70 y alcanzó el éxito y la popularidad en 1987 con El hombre deseado. Desde entonces no ha dejado de publicar historias del ambiente gay, siempre con personajes que viven sin prejuicios su sexualidad y nunca faltos de humor.

1998

Triunfo transexual en Eurovisión

Ya desde sus orígenes, Eurovisión y su oropel continental suscitaron el interés del público gay, aunque hubo un punto de inflexión en 1998 con la victoria de la transexual israelí Dana International y su fabuloso hit Diva. Se convirtió en bandera de los colectivos LGTB y Eurovision pasó a ser sin ambages el festival más tolerante que uno podría imaginarse, regalando iconos gay a espuertas como la austriaca Conchita Wurst, el montenegrino Slavko Kalezic o, este año, la israelí Netta.

1998

Moix responde al rebuzno de Cela

Terenci Moix fue el gran pionero de la normalización gay en España. Desde sus best-sellers instantáneos, por supuesto, pero también como showman televisivo, objeto de adoración de señoras. La fecha de esta entrada corresponde a la ponderada respuesta que dio al Premio Nobel Camilo José Cela cuando en un homenaje a Lorca rebuznó: «No tengo nada contra los gais, me limito a no tomar por el culo».

2005

La pasión de los cowboys

En muchos westerns (Grupo salvaje, Dos hombres contra el Oeste) se había hablado de la amistad viril dejando más o menos claras ciertas connotaciones homosexuales entre los personajes. Fue el taiwanés Ang Lee quien lo mostró de forma explícita en Brokeback mountain, donde dos vaqueros (Jake Gyllenhaal y Heath Ledger) acaban intimando y enamorándose.

2013

10 intensos minutos de sexo lésbico

Ganadora de la Palma de Oro en el 2013, la película francesa La vida de Adèle removió los cimientos de Cannes con la tórrida y profusa en detalles escena de sexo lésbico entre sus dos jóvenes protagonistas, interpretadas por Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos. El filme del franco-tunecino Abdellatif Kechiche es un poderoso drama iniciático que explora la grandeza del amor correspondido y el posterior desgarro de su pérdida, inspirado en el cómic de Julie Maroh El azul es un color cálido.