El proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa exige ahora la ocupación de los suelos de Artieda, un municipio muy combativo contra la actuación y que lidera diversas movilizaciones para frenar las obras. El próximo día 20 está previsto que comience el levantamiento de actas previas, lo que da inicio a las expropiaciones de unos terrenos que se distribuyen entre 49 propietarios, el ayuntamiento entre ellos.

Los trabajos para ampliar la presa de Yesa hasta triplicar la capacidad de almacenamiento de agua del embalse comenzaron a mediados del 2001, pero estuvieron prácticamente parados durante el primer año. Fue necesario desviar la carretera nacional 240 antes de poder acceder a la presa para acometer el grueso de la obra.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no ha expropiado hasta ahora los terrenos de Artieda afectados por el recrecimiento porque no lo requería la actuación. Pero ahora tiene que construir un camino de acceso a la gravera y es necesario ocupar dichos suelos. Las obras de recrecimiento se centran en el estribo derecho de la presa y ahora se ha detectado una grieta en la ladera izquierda.

CONVOCATORIA La confederación ya ha convocado oficialmente a los 49 propietarios de los terrenos, que suman unas 200 hectáreas. Entre los próximos días 20 y 24 se procederá al levantamiento de actas previas a la ocupación, el paso que da inicio a la expropiación. En reuniones de técnicos del organismo con cada dueño de suelo individualmente, se intentará buscar la conformidad, algo impensable en el caso del ayuntamiento, que posee terrenos y que se ha movilizado constantemente para intentar frenar esta obra. De hecho, el alcalde, Luis Solana, es uno de los más activos detractores del recrecimiento.