La vicepresidenta de la Asociación del polígono industrial, Isabel Mariné, sostiene que en la última etapa "se preveía que las cosas podían acabar mal". Así, agrega que la inquietud ha estado presente en el ambiente, porque Moulinex "arrastra a pequeñas empresas auxiliares, al comercio y a todo el tejido económico, por lo que las consecuencias son graves". A partir del 30 de junio este polígono, que alberga a 46 empresas, 1.720 empleos y concentra unas inversiones de casi 40 millones de euros, quedará huérfano de uno de sus símbolos originarios. En estos momentos, el polígono de Barbastro es el motor económico de la comarca. Los proveedores de Moulinex han cifrado en más de tres millones de euros la caída de sus ingresos y la repercusión de su marcha en la facturacion de algunas empresas oscila entre un 15 y un 40%