La sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés es el último clavo en el ataúd de la coalición entre el PSOE y Podemos. La cúpula socialista ya veía con mucha lejanía la posibilidad de un Gobierno conjunto tras las elecciones del 10 de noviembre, pero los mensajes de estos dos últimos días han disipado cualquier duda, y ahora incluso los que eran más proclives a compartir la Moncloa con los morados lo consideran inviable. Para Pedro Sánchez, el fallo, que condena por sedición a los líderes independentistas, es «ajustado a derecho» y debe ser «cumplido en su integridad». Para Pablo Iglesias, es un «símbolo de cómo no hay que abordar los conflictos políticos en democracia».

¿Puede haber coalición cuando los líderes de dos fuerzas mantienen posiciones antagónicas en un asunto tan sensible? El PSOE responde: no. «La visión de Podemos sobre el procés ha dejado claro por qué no era posible un gobierno de coalición», señaló este martes la titular de Hacienda, María Jesús Montero. En un nuevo gesto de alejamiento, la ministra en funciones también ha adelantado logran formar gobierno el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2020 no incluirá la subida del IRPF pactada con los morados, ni el resto de medidas que fueron incorporadas en el proyecto de Presupuestos del 2019 como resultado del acuerdo con Iglesias. Podemos, que continúa abogando por gobernar con los socialistas, considera, en cambio, que dentro del Consejo de Ministros podría haber «consensuado una posición más democrática y menos sobreactuada».

Pero ya ni siquiera los socialistas partidarios de abrazar la coalición como mal menor creen que esta fórmula tenga algún futuro. «¿Hubiera superado el día de hoy un Gobierno de coalición de PSOE y Podemos apoyado por ERC?», se preguntó el lunes por la noche en Twitter Óscar Guardingo, exsenador de Podemos. Uno de los primeros en contestarle fue Odón Elorza. diputado del PSOE. Elorza siempre ha sido partidario del entendimiento con los morados. Pero esta vez fue tajante. «No, hubiera saltado por los aires», contestó.

El comité electoral del PSOE también abordó este martes qué hubiera pasado con Cataluña de haberse pactado una coalición, algo para lo que faltó muy poco a finales del pasado julio. La conclusión es que el Gobierno hubiera hecho aguas, mostrando una desunión «peligrosísima» en un momento como este. «Resulta evidente que Iglesias está más cerca de los independentistas que de los que queremos una España unida y constitucional», sostiene uno de los principales colaboradores de Sánchez en la Moncloa.

EL INDULTO Y EL REFERÉNDUM

Pero el presidente, según fuentes de su entorno, no hará mucho hincapié durante sus mítines en la imposibilidad de la coalición. «Eso es agua pasada», explican en su entorno. Ahora, continúan en la dirección del PSOE, se pasa a una «nueva fase» de la precampaña, dejando atrás una primera etapa «más pedagógica», en la que el presidente se detenía en los motivos de la repetición electoral. Cataluña, sin embargo, seguirá estando muy presente en los actos de Sánchez, que pasará, según las mismas fuentes, de insistir en la necesidad de «ley y diálogo» a poner más énfasis en «la unidad de España».

Iglesias, mientras tanto, ha aumentado sus críticas al líder socialista a raíz del fallo del Supremo. Lejos de esconder sus diferencias, las subraya, defendiendo un referéndum pactado de autodeterminación y reprochando a Sánchez que no ponga sobre la mesa medidas de gracia para los líderes independentistas. Este martes abogó por indultar a los condenados, y en un discurso duro que recordaba al de sus inicios, volvió a vincular al PSOE con la guerra sucia contra ETA. Recordó que si el exministro de Interior, José Barrionuevo, y el ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, ambos socialistas, fueron indultados también deberían serlo los nueve condenados del procés. «En este país se indultó a dos terroristas del GAL gobernando el PSOE», criticó Iglesias en referencia a Vera y Barrionuevo. La medida de gracia, sin embargo, fue adoptada por el Ejecutivo de José María Aznar en 1998.

En ese incremento de las críticas a Sánchez, el secretario general de Podemos le acusa ahora de usar la sentencia como pretexto para acercarse al PP y Ciudadanos para lograr un acuerdo de gobierno tras el l0-N. «Para el PSOE la sentencia es la excusa perfecta para gobernar con el PP», apuntó en un acto en Zaragoza, informa Fernando Mantecón.

Los gestos también constatan el divorcio. El eurodiputado morado Miguel Urbán participó por la mañana en un acto de protesta contra la sentencia a las puertas del Parlamento Europeo, pidiendo junto a Carles Puigdemont «libertad» y «amnistía» para los presos independentistas, una imagen que también fue tratada por el comité electoral socialista. En su cuenta de Twitter, Urbán considera que la decisión del Supremo es un «escándalo democrático» y que se ha utilizado para «dar escarmiento» a los líderes del procés.