Para que el Ayuntamiento de Zaragoza alcance la estabilidad presupuestaria en 2006, una familia media de la capital aragonesa debería pagar por tasas e impuestos unos 100 euros más al año. Así se conseguiría el saneamiento financiero y la capacidad inversora del consistorio, puesto que la inversión per cápita por ciudadano pasaría de los 150 euros actuales a los 205 euros a partir de 2006, según explicó ayer el delegado del área de Economía y Hacienda, Alberto Lafuente. El informe elaborado por Price Waterhouse formula un diagnóstico de la situación financiera del consistorio y, de acuerdo con la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, plantea propuestas para controlar el agujero de las finanzas municipales. Según la consultora, el Ayuntamiento de Zaragoza tiene cuatro problemas financieros: un ahorro neto negativo porque los ingresos corrientes son inferiores a los gastos de funcionamiento; un coeficiente de deuda del 115%, según Lafuente "demasiado elevado en relación con los impuestos", una liquidación negativa en 2003 de 18 millones de euros, y un incumplimiento de la Ley de Estabilidad, con menos ingresos que gastos.