Los festivos laborales afectaron a más de 132.000 aragoneses en el ejercicio anterior. Este año, el Ayuntamiento de Zaragoza hizo uso de las competencias locales para cambiar, en su término municipal, los dos días permitidos del calendario aprobado por el Gobierno de Aragón que autoriza los festivos de la apertura comercial.

Alrededor de 132.800 personas ocupadas trabajaron uno o más domingos en el 2018, según una encuesta de población activa del Instituto Nacional de Estadística (INE). Asimismo, fueron más de 217.200 empleados ocupados los que dedicaron su tiempo a la vida laboral al menos uno o más sábados.

La apertura de los establecimientos comerciales en domingos o en festivos es motivo de polémica, debido a que provoca un desacuerdo entre los trabajadores a la hora de conciliar la vida laboral. Cada año, el Ejecutivo aragonés marca en el calendario 10 festivos de apertura, como se implantó el año pasado. Sin embargo, los ayuntamientos de cada término municipal tienen la potestad de cambiar hasta dos veces las fechas ya indicadas, diseñando una nueva propuesta que tiene que comunicarse con un mínimo de 15 días de antelación.

Por ello, el consistorio zaragozano realizó la primera modificación por petición de los principales sindicatos del sector, como CCOO, OSTA y UGT, con el objetivo de facilitar la conciliación de los trabajadores. De esta manera, el domingo 8 de diciembre los aragoneses no tendrán que trabajar y podrán encadenar el descanso Puente de la Inmaculada. Sin embargo, el cambio se produce por el 8 de septiembre (día laboral).

SEGUNDO CAMBIO

El ayuntamiento de Zaragoza realizó la segunda modificación del calendario con la apertura del 1 de diciembre a cambio del 24 de noviembre. Esta iniciativa partió de una propuesta de la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (ANGED) y de la Cámara de Comercio para aumentar el atractivo comercial de ese fin de semana, que comienza con el Black Friday del 29 de noviembre. El consistorio consideró que este cambio apenas tiene repercusión en la conciliación de los trabajadores del comercio, ya que solo retrasa una semana el día de apertura y, con la modificación anterior, se guarda descanso el 8 y 9 de diciembre.

Sin embargo, los sindicatos aragoneses desaprobaron la última decisión, ya que «el ayuntamiento no ha consultado y lo han hecho de manera unilateral». OSTA recalcó que la mayoría de las afectadas del sector son mujeres lo que provoca una difícil conciliación. «Al final estamos hablando de que son trabajadoras con empleos parciales y con difícil conciliación», subrayó el representante del sindicato, Iván Colás. Además, desde la institución no descartaron la posibilidad de «algún tipo de movilización» para mejorar el acuerdo, ya que «no entendemos la necesidad de abrir un domingo».

Por su parte, UGT afirmó que «en las grandes superficies no se paga nada como extra por trabajar un domingo». De la misma manera, desde la organización de trabajadores comunicaron que «no estamos de acuerdo con que se trabaje ningún festivo». De esta manera, «se podría conciliar mejor la vida familiar». Por ello, los pequeños comerciantes «nos apoyan porque terminan exclavizándose al no tener gente contratada», añadió la responsable de UGT de grandes almacenes y comercios, Maite Laguillona.

NORMATIVA VIGENTE

La ley aclara en el artículo 2.1 que los establecimientos dedicados a la venta tienen plena libertad de apertura y de horario en el territorio nacional. Estos son los ubicados en zonas declaradas turísticas o estaciones de transporte, así como las pastelerías, la prensa, las floristerías, las tiendas de conveniencia y en general cualquier pyme de menos de 300 metros cuadrados. De esta lista se excluyen las firmas o grupos de distribución que no estén definidas como pequeña y mediana empresa.

Muchos comercios aragoneses abrieron ayer, coincidiendo con la celebración del Día de la Madre. Los establecimientos comerciales de más de 300 metros cuadrados pudieron abrir sus instalaciones. El día de ayer fue uno de los diez festivos de apertura obligatorios que el Gobierno de Aragón marcó en el calendario laboral de la comunidad. Sin embargo, los municipios de Teruel, Calatayud o Jaca lo desplazaron al Jueves Santo. «Tener que trabajar hoy es como si lo hubiéramos hecho el pasado lunes 1 de mayo que fue festivo», manifestó un empleado de una tienda del sector textil de la capital aragonesa.

POLÉMICA

Las fechas más señaladas por los empleados son la clásica campaña de navidad y las rebajas de verano que dan el inicio a las vacaciones, entre otras. Sin embargo, la sociedad ha ido adquiriendo nuevas constumbres consumistas como es el caso del Viernes Negro o Black Friday. Sin embargo, este atrativo para las compras crea polémica entre los trabajadores, ya que son los principales afectados al no poder conciliar la vida laboral con la familiar.

«Abrir un día como hoy me parece ridículo, ya que es el Día de la Madre y hay mamás que han tenido que trabajar e hijas que no han podido estar con ellas», denunció una aragonesa de un establecimiento del sector textil. Una jornada en la que, según aseguraron varios empleados, no se notaba una gran afluencia de gente. «Si hoy no hubiéramos abierto, la gente hubiera venido otro día», destacó una dependienta.

Los festivos de apertura generaron ayer un desconcierto por parte de los zaragozanos que no pudieron conciliar la vida familiar. «Si fuera para generar nuevos puestos de trabajo me parecería genial, pero trabajamos los mismos que el resto de la semana», declaró Luis, un trabajador.

Por otro lado, los habituales clientes de los comercios destacaron la «innecesariedad» de que los establecimientos levantasen ayer la persiana. Además, más de uno lo calificaron de «exclavitud».

No obstante, alguno se aprovechó de que las tiendas estuvieran abiertas para comprar el regalo por el Día de la Madre.