La planta de Opel en Figueruelas está llamada a ser este año la punta de lanza de un cambio de ciclo en el sector del automóvil en el que el protagonista será la electromovilidad. La llegada del coche eléctrico al mercado y la nueva normativa de emisiones va a cambiar la forma de trabajar de los fabricantes y eso ya se percibe en la factoría zaragozana.

Prueba de ello es que la fecha oficial para la fabricación en serie del nuevo Corsa eléctrico será a principios de febrero y alcanzará la curva máxima del lanzamiento a finales de ese mes.

Los trabajos de preparación del proyecto Corsa y Corsa-e 100% eléctrico han supuesto un incremento de plantilla de 500 empleados que se han incorporado en el 2019. Y las previsiones para el 2020 son positivas, ya que estos puestos «se mantendrán en el futuro si, como estamos convencidos, el Opel Corsa es una vez más un éxito en el mercado», apuntan fuentes de Opel España. Por lo pronto, la factoría espera superar este año el récord del 2007, con más de 485.000 unidades.

INVERSIONES

Pero para lograr el reto, la planta aragonesa ha tenido que afrontar un proceso de transformación, modernización y mejora de su competitividad que ha requerido de 250 millones de euros de inversión, que se ejecutarán entre el 2018 y el 2021. Parte de estos proyectos están destinados a la mejora de la eficiencia energética, medioambiental y el fomento de la I+D+í, y han sido cofinanciados por el Gobierno de Aragón, con 4 millones en el 2019.

Una de las ventajas con las que cuenta la factoría de Zaragoza para afrontar esta nueva etapa es la plataforma CMP, que permite fabricar en la misma línea de producción todas las versiones: gasolina, diésel o 100% eléctricas del nuevo Corsa. De momento, todavía se desconoce qué porcentaje de producción irá destinada a la versión eléctrica del Corsa, ya que lo marcará el mercado.

La plataforma CMP ha sido la base sobre la que se han cimentado otros cambios como el estampado en aluminio del capó, lo que permite reducir el peso, además de los consumos y emisiones. También en la nave de prensas, se ha preparado la línea 11 con descarga automática y visión artificial.

La planta también ha experimentado cambios en carrocerías, ya que se han implementado robots y líneas de soldaduras y se ha implantado un buffer inteligente con vehículos autoguiados para transportar partes móviles (puertas, capó y portón). Además, en pintura, se ha modernizado la nave con capacidad para pintar en bitono y se han automatizado procesos como el pintado de interiores para mejorar calidad, consumos y eficiencia energética.

Otra de las grandes novedades es la instalación de un nuevo sistema de casamiento de motor (unión de chasis y powertrain con la carrocería), adaptado a la plataforma multienergía y la integración de componentes eléctricos. «Este ha sido el mayor reto», reconocen desde la compañía. Así, hubo que desmontar las instalaciones, ejecutar la obra civil e instalar la línea de carga definitiva para lo que se requirieron tres semanas antes del inicio de la producción. Por otra parte, también en acabado y montaje, se ha creado una nueva zona de preparación de órganos mecánicos (POM) para el premontaje, entre otros elementos, de la batería.

REVOLUCIÓN LOGÍSTICA

La logística también ha sufrido una revolución en la fábrica de Figueruelas, ya que se usan nuevas tecnologías para mejorar procesos, automatizando el aprovisionamiento y suministro a la línea. Además, el nuevo Opel Corsa ha supuesto la necesidad de reorganizar y optimizar superficies para liberar espacio, por ejemplo, para acoger el nuevo taller de montaje de módulos de baterías, tal y como anuncio la compañía hace unas semanas, lo que requerirá de nuevos empleos.

En estos momentos, los módulos de baterías para los Corsa eléctricos de preserie, vienen ensamblados desde el taller de baterías de la factoría de Vigo, centro de producción que lleva 20 años fabricando vehículos comerciales eléctricos.

Una vez que comience la fabricación en serie de la versión eléctrica del Opel Corsa y suba la cadencia de volumen, se necesitará por capacidad, costes logísticos y eficiencia, tener el ensamblaje de los módulos de batería en la propia planta de Zaragoza. El proyecto estará rematado en el 2021.

PSA subraya que la fábrica de Zaragoza «se ha sabido adaptar» a los cambios, lo que ha quedado demostrado con la producción de un nuevo Corsa «de excelente calidad, con un alto componente de innovación y tecnología». Este modelo se produce en Figueruelas en exclusiva para todo el mundo, junto a los Crossland X y Citroën Aircross, tres vehículos que demuestran «la adaptación al nuevo entorno», señala la multinacional.