"¿Qué prefieren, el cine a 3,90 o las salas vacías?"; "otras veces que he venido estaban vacías"; "yo no puedo pagar lo que vale el cine". La opinión es casi unánime e incluso la mantendrían todo el año y la harían extensible a todos los días de la semana. Los zaragozanos que ayer desfilaron por los cines Palafox calificaban la iniciativa de que el low cost llegara al séptimo arte de "estupenda" o "perfecta", todo para combatir los cines vacíos.

Y eso que en las primeras sesiones no se produjeron las aglomeraciones del día de la Fiesta del Cine --entonces costaba 2,90-- y el número de asistentes fue prácticamente igual --o un poco superior-- a cualquier otro Día del espectador; aunque quizá fueran los no asiduos quienes, por fin, se animaron a disfrutar de una película en pantalla grande.

"Siempre te da alegría ahorrarte aunque sea un euro", reconocían Luis Yagüe y Jorge Novella, que asistieron a El hobbit, porque "con cinco euros pasas la tarde del miércoles", incluyendo las palomitas. La única duda que les surgía era si la iniciativa era "para aprovechar el tirón o si piensan en nosotros".

Marián Mazuquele iba a ver Agosto y calificaba la medida de "necesaria" porque "así igual la gente se anima a venir más". Algo similar opina José Bartolomé, que no es muy asiduo a las salas, sobre todo "por pereza" porque es más fácil "meterte en casa y ponerte un deuvedé".

"OTROS DÍAS DA MIEDO"

Más reivindicativa se mostró María Pilar Preciado, una jubilada que va "todos los miércoles al cine" y la verdad es que "no hay gente. Imagínate que hay veces que ir al baño en alguna sala da miedo porque no hay nadie". No celebró la Fiesta del Cine porque había que sacar la entrada por internet y no lo hizo y reconoce que podría ir cualquier otro día de la semana porque solo le cuesta 80 céntimos más, pero "vengo con dos amigas los miércoles porque el resto de los días las salas están vacías"; así que se pregunta: "¿Qué prefieren, la entrada a 3,90 o las salas vacías?" Habrá que ver las cifras de este día low cost.

Yolanda Bujedo afirma: "Con mi sueldo, no me llega, no puedo pagar lo que vale". Así que, con este precio "se hace el esfuerzo de venir y no descargártelo para verlo en casa". Así que si siguen así, con ella han ganado una espectadora.

Laura Castro fue ayer con su hija a ver Frozen... y cree que es una iniciativa "estupenda" porque "alguna vez que he venido por la noche no hay nadie".

Si algo faltaba a primera hora eran los jóvenes. Beatriz asistió con su madre a ver El hobit y reconocía que para ellos "el cine es muy caro". Y Paula Castro con sus amigas para ver Lluvia de albóndigas para "desconectar de los exámenes". Para ellas, "tres euros sería el precio ideal".