Pocas veces la lluvia se pierde una edición de FIMA, la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola que reúne en Zaragoza los más modernos avances tecnológicos aplicados al campo que se diseñan y fabrican en el mundo entero. Y ayer tampoco quiso faltar a la inauguración, más multitudinaria de lo habitual porque este año celebra su 50 aniversario y el Príncipe de Asturias fue su invitado de honor. Pero la notable presencia de público no era solo una sensación óptica: los tornos de acceso no dejaron de girar en toda la jornada y hasta el mediodía más de 15.000 personas habían entrado al recinto, frente a las 8.000 de hace dos años. Por eso, el presidente de la Feria de Zaragoza, Manuel Teruel, auguró que las previsiones de superar los 209.000 visitantes de entonces se cumplirán, ya que, tradicionalmente, el día del estreno es el de menor afluencia y ayer hacía un tiempo "intempestivo".

Consagrada como una de las mayores citas del sector primario en Europa, la muestra ha elevado tanto la superficie de exposición, con 135.000 metros cuadrados (un 2% más que en la anterior edición), como el número de firmas participantes, con 1.251 expositores (un 6% más) que darán a conocer sus productos y servicios hasta la clausura, el próximo sábado. Además, la FIMA refuerza su carácter internacional, con la presencia de 717 empresas extranjeras (69 más que hace dos años y que suponen casi el 60% del total de expositores) procedentes de 31 países. "Es una exposición magnífica, la mejor del sector agropecuario que ha existido nunca aquí", resumió Teruel.

"ADMIRABLE" Corroboró sus palabras el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. El ministro calificó de "admirable" que un evento de esta naturaleza haya tenido una trayectoria tan dilatada en el tiempo y resaltó la importancia de que los profesionales del campo puedan conocer las novedades tecnológicas para planificar sus inversiones. También elogió la actividad agraria, que, en su opinión, "empieza a ser uno de los sectores líderes en la recuperación" económica, con unas exportaciones que "van a superar los 38.000 millones de euros". Además, destacó que "por primera vez" se ha roto la tendencia y se han incrementado las matriculaciones de tractores, maquinaria agrícola y remolques, lo que "demuestra que el sector tiene confianza en el futuro".

Arias Cañete apuntó que el actual parque de maquinaria agrícola es de 1,2 millones de tractores y el 65% de ellos tiene más de quince años de antigüedad, además de ser "muy contaminantes, obsoletos en cuanto a su mecánica y estanqueidad de fluidos". Por eso, la intención del Gobierno es poner en marcha un plan renove, escuchando al sector pero también atendiendo a componentes medioambientales. Así, mientras en otros planes lo que se pretendía era el incremento de ventas, con este "se busca eficiencia energética y menor contaminación", subrayó el ministro. Aunque no hay fecha, el ministro afirmó que se implantará "con celeridad" y que ya se está hablando con el sector para ver cómo se configuran las ayudas en función de los caballos de los tractores.

Arias Cañete formó parte de la comitiva que acompañó al Príncipe en su largo paseo por la FIMA, junto a numerosas autoridades políticas de la comunidad y representantes del sector. Entre ellas estuvieron la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi; el consejero de Agricultura, Modesto Lobón; el Justicia, Fernando García Vicente; el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde. En el escrito de la firma del libro de honor de la Feria de Zaragoza, Felipe felicitó "a los que tienen y han tenido la responsabilidad de poner en marcha, sostener y proyectar esta muestra del sector agroalimentario dedicada a la maquinaria, que gracias al buen hacer de muchos, se ha posicionado a la vanguardia europea y mundial".

EL RESTAURANTE, ABARROTADO A esta vanguardia contribuyen las marcas presentes en el certamen. Estas confían en que los buenos resultados generales de producción y cosechas del último año se reflejen en el negocio y que la FIMA sirva para calentar motores de cara a las inversiones de los profesionales del campo. Como es habitual, más de un expositor agotó ayer sus provisiones de llaveros, gorras y demás chimes promocionales y hoy tendrá que reponer. Los pasillos de la feria estaban abarrotados de visitantes con bolsas llenas de regalos. Igual que el restaurante del recinto, que completó varios turnos de comidas y a las cuatro de la tarde seguía llenando mesas.

Pero FIMA es más que expositores, visitantes y tecnología. A ellos hay que sumar numerosas jornadas técnicas y 158 misiones comerciales de 34 países. En este sentido, Feria de Zaragoza y la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA) firmaron ayer un acuerdo de colaboración por el que esta organizará encuentros de cooperación internacionales en el seno de los certámenes en Zaragoza. El próximo tendrá lugar en marzo en Smagua y ya se han inscrito empresas de 10 países.