El diputado de CiU Pere Macias fue ayer uno de los portavoces más suaves con el presidente del Gobierno central. No metió el dedo en la llaga de los casos de corrupción que asolan al PP y tan solo reclamó al Ejecutivo popular que sea "humilde" y "honesto" y "ponga punto y final a la guerra sucia" y a la filtración de supuestas investigaciones que afectan "gravemente a la honorabilidad" de políticos como el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, de quien se publicó que poseía una cuenta en Suiza, algo que él niega con rotundidad. Macias exigió además a Mariano Rajoy que, en lugar de medias "paliativas" contra la corrupción, apruebe controles "preventivos y curativos". Para ello, llevó al Congreso varias propuestas. Una de las más relevantes, y más teniendo en cuenta los casos que han salpicado a CiU y ponen en entredicho su financiación, consiste en que se permita que los partidos se financien de forma "cívica" a través de las aportaciones de los ciudadanos, al igual que sucede con multitud de iniciativas sociales, donde los benefactores supervisan los proyectos que sufragan.

"Hagamos posible que los ciudadanos puedan financiar a un candidato porque creen en él", reclamó. CiU se mostró dispuesta a pactar con el PP el plan anticorrupción, pero pidió que para ello "haya más cocina" y menos "amenazas de aplicar la mayoría absoluta".