La alternativa a la venta del suelo no es más esperanzadora que la única alternativa que formalmente se ha trasladado a la mesa del consejo rector de Arcosur: la financiación privada. Hace seis meses que se descartó una oferta recibida por un fondo inversor londinense que llegó a ofrecer poner el dinero necesario para acabar todas las obras de urbanización en Arcosur. Un aparente sueño que escondía una más que probable pesadilla por las condiciones que ponía para el acuerdo. Entre ellas, una que ya invalidaba cualquier opción: que el Ayuntamiento de Zaragoza ofreciera su 10% de reserva como aval.

Esta debía ser una de las garantías más importantes de que se iba a cobrar. Pero el consistorio se negaba en rotundo. Más aún cuando se conocían el resto de exigencias: la cantidad mínima a financiar debían ser los 50 millones de euros, el interés al que se prestaba sería del 10% y se obligaba a retornarlo en cinco años. Una patada hacia adelante que no fue aceptada finalmente por la junta de compensación de Arcosur.

Pero no solo por las duras condiciones económicas que obligaba a asumir este préstamo privado, sino porque además el fondo inversor que trasladó esta propuesta exigía que las decisiones del consejo rector de la junta de compensación pasaran por ellos antes de ser aprobadas. Una intervención total en la toma de decisiones, para garantizarse el cobro y priorizar en la devolución del crédito frente a cualquier otro gasto.

Sin embargo, esta experiencia deja otras conclusiones en muchas empresas del sector inmobiliario con participación en los suelos de Arcosur: que no hay más opción que dar salida a los suelos con algún fondo extranjero que quiera hacer negocio con las deudas que les ahogan.

OPORTUNO Quizá por eso muchos de ellos ven este momento como la oportunidad de fabricarse esa salida a corto plazo. Incluso el banco malo. El Sareb ahora tiene el control de un porcentaje muy alto de los préstamos hipotecarios que no han podido asumir algunos propietarios de suelo de Arcosur y por los que ahora no pagan cuota de urbanización. Pero en el 2015 ese 4,5% que está en sus manos se prevé que se dispare porque se verá obligado a registrar en propiedad esos terrenos elevando su porcentaje en el proyecto Arcosur. Mientras, el ayuntamiento, que actúa como garante en este consejo rector, le corresponde el papel de evitar que el proyecto se tambalee. Si no lo hace ya.