Tras varios años consecutivos de descenso de la mortalidad en las carreteras aragonesas, en consonancia con la tendencia estatal, los 25 fallecidos de este año, que prácticamente triplican los del 2013 a estas alturas, han hecho saltar las alarmas y la búsqueda de explicaciones. Las cifras, siempre preocupantes, mantienen en realidad una proyección muy inferior a la de hace apenas una década, cuando se contabilizaban más de 200 víctimas anuales y según los últimos datos, la siniestralidad general ha descendido, un 8% en Aragón y hasta un 28% en España. Pero las proyección de víctimas mortales este año duplicaría la del pasado de seguir a este ritmo .

Hay múltiples factores a los que cabe achacarlo, y en las últimas semanas, al hilo de un preocupante estudio de Automovilistas Europeos Asociados, el foco se ha centrado en la conservación de las carreteras. Según este documento, las carreteras aragonesas registraron el año pasado 22 tramos peligrosos, ocho más que el anterior, situando a las vías aragonesas como las segundas peor conservadas del país, solo por delante de las riojanas. La asociación mantiene además que el mal estado del firme es un factor concurrente en un 45% de los siniestros.

INVERSIÓN

En la presentación del operativo especial de Tráfico de Semana Santa, hace tres semanas, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, mostró su "respeto" por este informe pero añadió que tendrían que estudiar los baremos con los que se había realizado.

El director general de Carreteras del Ministerio de Fomento, Jorge Urrecho, también aconseja prudencia a la hora de relacionar el mantenimiento con la siniestralidad, "sobre todo teniendo en cuenta que los accidentes siguen disminuyendo, aunque haya habido más víctimas mortales".Ciertamente, los registros de inversión en conservación de carreteras en la comunidad aragonesa no van paralelos al descenso en las víctimas mortales en los últimos años. Desde el 2011, en la red estatal se han acumulado inversiones de 78, 81 y 106 millones de euros --el año pasado--. Y aunque en las autonómicas se haya mantenido en registros ridículos para una red de más de 5.000 kilómetros (5,3 millones en el 2011, 12 el año pasado y 17,5 previstos para este), el hecho es que se ha triplicado y la mortalidad, desgraciadamente, no ha seguido el camino inverso.

La retirada del Plan Red por parte del Gobierno de Luisa Fernanda Rudi generó polémica al requerir además indemnizaciones de 15 millones de euros para las contratas afectadas, pero si bien la inversión en obra nueva estatal sí ha caído --de 246 millones en el 2011 a 238 el pasado ejercicio--, la aragonesa aumentó de los 70,33 a los 82,77 en el mismo periodo.

Aún así, asociaciones de conductores y víctimas como Stop Accidentes insisten en que el estado de conservación de las carreteras aragonesas es "lamentable", según reitera Miguel Ángel Bernal, su presidente, y que se trata de un factor importantísimo en la reducción de la siniestralidad.

La gerente de la asociación de transportistas Tradime Aragón, también lamenta que las reclamaciones al Gobierno "siguen quedando en nada por falta de presupuesto".

Puede haber factores más determinantes en el aumento de la mortalidad, como el aumento de vehículos en las carreteras que muchos señalan --Tradime no, con una caída del 14% en el transporte el año pasado-- pero del que no hay cifras de la DGA desde el 2012, cuando sí era notable el descenso en los aforos. Otros señalan al aumento de viajeros en cada vehículo, para compartir gastos ante la crisis, o al envejecimiento del parque móvil, por las mismas causas.