La ministra de Fomento, Ana Pastor, dibujó ayer en el Senado un escenario idílico que acabaría con todas las reivindicaciones históricas que, en materia de infraestructuras viarias, se vienen sucediendo en Aragón. Durante su intervención para explicar las líneas generales de su departamento, garantizó que en el 2024 habrá 388 kilómetros más de autovías en la comunidad autónoma, con una inversión de más de 2.250 millones de euros. Pastor metió en el mismo saco las que están prácticamente acabadas, como la Lérida-Huesca-Pamplona, como las que solo son un dibujo y una prioridad relativa, como la A-24 entre Daroca y Calatayud o la A-40 entre Teruel y Cuenca junto con otras que requieren una urgencia extraordinaria, como los desdoblamientos de la N-II entre Fraga y Alfajarín y la N-232 entre Mallén y Figueruelas. Esta última vía, que se corresponde con la A-68, prometió que estará desdoblada en esa fecha hasta el Mediterráneo.

Las dos vías más urgentes y que provocan un reguero de muertes, la N-II y la N-232, estarían hechas de este modo dentro de tres legislaturas. Sin embargo, se da la paradoja de que en el 2021 acaba la concesión de las dos autopistas que discurren paralelas a ambas carreteras, la AP-2 y la AP-68. Es decir, que si no se renovara esta concesión, serían propiedad del Estado y no sería necesario construir dos autovías.

Esta circunstancia hace sospechar al PSOE que se prorrogará la concesión, un hecho que así apuntó a este diario el senador oscense José María Becana, asistente en la comisión. "No ha concretado nada. Se ha limitado a poner sobre el plano un montón de autovías y proyectos que siempre han manejado los gobiernos sin indicar dotaciones presupuestarias ni cuáles van a ser las prioridades de esta legislatura", indicó el senador socialista, quien aseguró que su partido va a realizar un exhaustivo seguimiento a todos estos compromisos.

Los planes de la ministra fueron concretos y precisos. No se dejó ninguna obra. Pero rehusó concretar las prioridades y cómo se adecuarán las realidades presupuestarias para esta legislatura. Después de que hace unas semanas apenas entrara en detalles sobre sus proyectos durante su comparecencia en el Congreso y el ministerio tuviera que incluir posteriormente algunas de las reivindicaciones aragonesas. Posteriormente, recibió de la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, las demandas de la comunidad autónoma. La primera prueba de fuego que pasará el listado detallado ayer por Pastor será dentro de dos semanas, cuando el Gobierno presente sus presupuestos . Ahí se verá el dinero que destina en las distintas partidas para estas infraestructuras, que de cumplirse dotarían a Aragón con nueve autovías.

De hecho, la titular de Fomento se comprometió a hacer en estos 12 años la A-2 entre Alfajarín y Fraga, la A-68 entre Figueruelas y Mallén y desde Zaragoza hasta el corredor Mediterráneo. Pero también se comprometió a "completar el nuevo eje de comunicaciones que forman las autovías

A-21, A-23 y A-22 entre Pamplona, Jaca, Huesca y Lérida", la A-40 entre Cuenca y Teruel, la A-24 entre Daroca y Calatayud y Alcolea del Pinar-Monreal del Campo, la prolongación de la A-14 entre Lérida y Sopeira, y la A-15 (Soria-Tudela).

Además de estas actuaciones, también dijo que se acometerán obras en carreteras convencionales "sobre más de 155 kilómetros, con una inversión de 386 millones de euros" y habrá "53 kilómetros de variantes de población por valor de 182 millones.