Las últimas autovías pendientes en Aragón podrían recibir una dotación presupuestaria funtamental en los próximos años si se cumplen los planes del Ministerio de Fomento. Esta es la conclusión más positiva tras la presentación de unos Presupuesto Generales del Estado que reducen un 18% la inversión en la comunidad y que sigue dotando con partidas exiguas a las obras que solucionarían las reivindicaciones históricas de la ciudadanía.

Los tramos pendientes de la autovías A-21, A-22 y A-23 recibirán hasta el 2021 una cantidad cercana a los 655 millones de euros distribuidos en plurianuales variables para entrar definitivamente en servicio. De esta forma se completará todo el mapa de vías de alta capacidad en Aragón, simando más de 820 kilómetros en servicio.

De todas las obras que están empezadas en el puerto del Monrepós (A-23), la más avanzada es la que une Lanave con Caldearenas. Son 6,4 kilómetros que terminarán el próximo 2018. Se destinarán 17 millones de euros a los tramos Monrepós-Caldearenas, Arguís-Monrepós y Lanave-Sabiñánigo de la A-23, y 12,7 millones a la A-21, en el tramo Jaca-Santa Cilia-Puente La Reina.

A este 17 millones se suman otros 17,4 millones que tiene previsto invertir la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seittsa) en esta vía, entre los municipios de Caldearenas- Lanave.

En el trayecto hacia Pamplona, una vez superado Sabiñánigo, todavía quedan zonas en las que intervenir de la A-21. Se anuncia el comienzo de las varientes Jaca Norte y Este. El trazado ha recibido críticas vecinales y de los propietarios de fincas y terrenos.Ademas, habrá que realizar algunas infraestructuras adicionales para evitar afecciones en el Camino de Santiago. La previsión para este nudo es de 84,1 millones hasta el 2020. Las obras hasta Santa Cilia ya están empezadas.

Más adelante los presupuestos mantienen la dotación, con 87,8 millones hasta el 2021, para los trabajos entre Puente la Reina y el límite provincial con Zaragoza. Esta obra servirá para conectar con el tramo entre Sigüés y Tiermas, con una dotación de 75,8 en varios plurianuales hasta el 2021.

El tramo que realmente recibirá un impulso vital, aunque en este primer borrador presupuestario figure una cuantía más bien modesta, es el eterno tramo entre Huesca y Siétamo de la A-22. Los pocos kilómetros que faltan para unir por autovía el Altoaragón con Lérida estarán listos en el 2021 tras una inversión de 72,5 millones de euros divididos en varios plurianuales. Estos fondos permitirá la redacción y ejecución de un proyecto que lleva más de siete años de retraso por los problemas en las expropiaciones y los estudios de impacto ambiental.

Más allá de los fondos para acometer los necesarios desdoblamientos de la N-II y la N-232, en la provincia de Huesca también ha dotación para La N-260 también tiene su reflejo en los presupuestos para el acondicionamiento de la vía entre el congosto de Ventamillo y Campo, y para redactar el proyecto del tramo túnel de Balupor - Fiscal.

En el caso de las infraestructuras en la Ribagorza, se destinan hasta el 2020 más de 39 millones. Con esta cantidad se pretende solucionar el problema de accesibilidad al valle de Benasque. Para este 2017 se contempla una inversión de 3 millones de euros que irá aumentando hasta los 13 anuales en próximos ejercicios, siempre que se cumplan las previsiones de Fomento.

embalses y presas / Y en otro ministerio, el de Medio Ambiente, se aseguran algunas obras relacionadas con el llamado Pacto del Agua. El embalse de Almudévar será uno de los que reciban más fondos, además de los planes de presas y mantenimiento de las cuencas.

El futuro proyecto de Biscarrués-Almudévar cuenta con una partida para este año de 26 millones de euros. Y los discutidos trabajos de recrecimiento en Yesa reciben este 2017 un impulso de 14,5 millones de euros. También figuran partidas específicas para los riegos en la zona del Ésera y en el entorno del Noguera Ribagorzana.