El ministro francés de Transportes, Gilles de Robien, reafirmó ayer su compromiso de concluir los estudios de viabilidad del túnel de baja cota a través del Pirineo central a finales del 2004. Robien realizó ese anuncio durante su encuentro con el presidente aragonés, Marcelino Iglesias.

"Robien conoce y comparte el proyecto. Volveremos a vernos a finales de año con el estudio del ministerio terminado", explicó Iglesias a la prensa tras el encuentro, al que también asistieron el consejero aragonés de Transportes, Javier Velasco, y el embajador de España en París, Javier Elorza. Iglesias, que se mostró "satisfecho" de la reunión, resaltó el "interés del ministro por recalcar que Francia mantiene una posición simétrica a la de España en apoyo del proyecto, y que sin ese apoyo no habría sido incluido en la red europea de transportes como de interés general para Europa".

NUEVA ETAPA Iglesias destacó el buen clima existente con el país vecino, lo que "nos permitirá avanzar mucho más que en la anterior etapa política", con el Gobierno de José María Aznar. Según Iglesias, el ministro francés "se ha extrañado mucho de que determinadas informaciones en España hablasen a finales del año pasado de una posición francesa distante" con el proyecto del Vignemale. En la reunión, de una hora, en la sede del Ministerio francés de Transportes, Iglesias entregó a Robien los estudios realizados por la comunidad autónoma aragonesa, en algunos casos en colaboración con las regiones de Aquitania y Midi-Pyrénées en el sur de Francia.

"Hemos hablado sabiendo que tenemos muchas cosas por hacer, que el incremento de los transportes de mercancías entre los dos países, que ha llegado a un 10% anual, es tan vertiginoso que tenemos que ser capaces de que las infraestructuras se modernicen a la misma velocidad".

El ministro francés también reiteró que su Gobierno apuesta por ejecutar las tres variantes pendientes en las poblaciones cercanas al túnel del Somport, aunque reiteró que no es partidario de la construcción de una autovía. Respecto a la reapertura del túnel ferroviario del Canfranc, el ministro se mostró frío con este proyecto y dio largas al presidente aragonés.