La cabalgata de Zaragoza supone una fusión de las culturas de Asia, Oriente y Europa, a la vez que intenta recuperar la magia y la fantasía que rodea la leyenda de los Reyes Magos y mantener así viva la ilusión de los más pequeños. Por ello, sus majestades han desplazado a todo su séquito. Melchor viene acompañado del Astrónomo que va siguiendo la estrella y de un gran elefante indio. Gaspar va acompañado de la carroza de los druidas, donde ejercitan su poderosa magia, además, de un Grifo gigante y una marmita donde se cocinan las pócimas secretas. Y por último Baltasar, que viene de Africa, trae un gran tesoro, seguido de un Idolo gigante y una jaula con un particular felino.

La importancia que tienen las estrellas y el poder de los planetas lo representa el personaje del Astrónomo, que habita en un gran observatorio desde donde, acompañado por su ayudante, escruta el cielo con dos telescopios, siguiendo la estrella que marca el camino.

Un gran elefante forma parte de la Cabalgata de Reyes, sobre él van sentados dos príncipes a los que acompaña un timonel y cuatro porteadores .Además cuatro oferentes, dos con incienso y dos con antorchas, completan esta vistosa comitiva que precede a sus majestades.

Al paso del Trono de Melchor desfilan ocho músicos que hacen sonar música oriental para anunciar la llegada de su majestad. Un paje principal está a disposición del Rey Melchor, además dos princesas, dos músicos y dos pajes con abanicos completan su séquito. Tras ellos diez pajes portan los regalos que trae consigo.

Dentro de la comparsa del Rey Gaspar destaca la carroza del Druída, donde la magia celta es la gran protagonista. En ella viajan dos druidas, un hombre y una mujer, que van ejercitando su particular magia. La comparsa de acompañamiento la forman ocho ayudantes. En concreto, cuatro mujeres que llevan coronas vegetales y cuatro hombres de largas barbas que portan antorchas y realizan conjuros mágicos. A continuación, desfilará la carroza en la que va el alquimista más importante de la corte del Rey Gaspar, junto a él van dos ayudantes que atizan el fuego que calienta la gran marmita. Les acompañan cuatro porteadores y cuatro magos ayudantes con libros y utensilios de magia.

La carroza del Grifo sigue la línea celta de todo el grupo del Rey Gaspar; es una gran figura inspirada en esta antigua cultura que va acompañada de un timonel, cuatro porteadores y cuatro oferentes que llevan bengalas de luz para iluminar la escena.

El Trono del Rey Gaspar viene precedido por ocho músicos que anuncian su presencia al pueblo llano a los sones de la música celta. La carroza la preside el Rey acompañado por un alto dignatario, dos príncipes, dos pajes que escriben en sendos libros y dos sirvientes.

La carroza del Tesoro de Baltasar es una de las más ostentosas. Viaja un sacerdote, una especie de brujo con ropas nobles, un timonel, cuatro porteadores y cuatro oferentes. En ese espacio, el Gran Sacerdote hace aparecer mágicamente regalos y tesoros que los pajes en una enorme bandeja.

Al paso de esta gran estatua se puede ver a un hechicero que lleva una gran máscara, el Idolo. Un gran mago precede a esta figura que representa a una diosa africana.

En esta jaula va encerrado un gran felino y, junto a él, va un domador que intenta calmar a la bestia. Cuatro guardianes con máscaras africanas completan el grupo que rodea a este elemento.

Ocho músicos de su corte abren camino al Trono del Rey Baltasar, a su paso van tocando melodías inspiración árabe para presentarle al pueblo llano. El Rey preside desde lo más alto y va acompañado de un alto dignatario, dos princesas, dos pajes y dos sirvientes. Diez pajes más, que ofrecen sus regalos, completan el brillante séquito.