El alcalde de la capital altoaragonesa, Luis Felipe, destacó ayer en su discurso de inicio de las fiestas de San Lorenzo el papel de la SD Huesca, responsable de lanzar el cohete anunciador, a la hora de inyectar ilusión a la ciudad. Igualmente, Felipe destacó «el espacio común a las libertades» que es Europa, a la sazón del hermanamiento con la localidad francesa de Tarbes que ayer también se homenajeó. Sobre la SD Huesca, remarcó: «Enciende la mecha, nuevamente, de la ilusión, de la alegría, del optimismo de nuestra ciudad», a la vez que destacó que la localidad «nunca se vio tan desbordada de autoestima» como cuando la sociedad deportiva fue recibida como equipo de primera. «Felicidades por inyectarnos ilusión», apostilló.

El primer edil comenzó su elocución recordando que la tradición de anudarse la pañoleta verde para celebrar las fiestas ya viene del año 1956. «Huesca ya está en fiestas y, como es tradición, su ayuntamiento está siendo testigo de su inicio», señaló.

Además, remarcó que la ciudad «quiere mostrarse, una vez más, unida en torno a su fiesta, alegre y acogedora». Felipe se refirió a que la capital altoaragonesa quiere ser «abierta y respetuosa entre todos y todas», puesto que es una fiesta «inclusiva» que «hacen sus gentes».

No pasó por alto el alcalde a los homenajeados este año con la Parrilla de Oro y destacó la importancia de Las Completas y de la banda que acompaña a los danzantes, una agrupación que actuó por primera vez en 1914. «Este año recibe el reconocimiento de la Parrilla de Oro. La máxima distinción de la ciudad a sus protagonistas en la persona de Conrado Beltrán y, en el recuerdo y el reconocimiento desde el cariño que siempre le brindaron los oscenses, al director Antonio Viñuales», explicó.

Además, aprovechó su discurso para reivindicar una fiesta «alejada de las polémicas» y del «debate vacío». «Ya habrá tiempo y espacios para debatir y contrastar, pero no en la fiesta», aseveró el primer edil.