Vista la determinación de la ministra Narbona con su plan hidrológico alternativo harían bien los dirigentes populares en imitar el ejemplo del presidente de Murcia, quien tras años de improperios hidráulicos lanzó ayer el único mensaje posible en este momento. "Si el Gobierno paraliza el trasvase no insistiré en él", dijo. Después de que el PP amenazara incluso con los tribunales por sentirse lesionado en un derecho --que el río desemboque a 800 kilómetros de su lugar natural, ahí es nada-- las palabras de cordura que pronunció Ramón Luis Valcárcel suponen algo más que un alivio. Por una vez, háganle caso.