Transparencia y democracia son dos palabras clave en el programa electoral de IU en su apuesta cultural, con medidas que creen un ambiente propicio para creadores, profesionales, aficionados, asociaciones y público en general, apoyado en un plan estratégico común y dejando atrás los macroeventos inconexos y la mercantilización y la promoción de actividades orientadas a la iniciativa privada y un consumo elitista. Se apela a una cultura gestionada como bien común, con una evaluación permanente de resultados y del impacto social. Impedir la patrimonialización por parte de los distintos departamentos y garantizar que el uso de recursos y fondos públicos, especialmente subvenciones y ayudas, sea transparente. También plantea diseñar un Plan Integral de recuperación, conservación y difusión del patrimonio artístico, cultural y documental aragonés, incluido el inmaterial y la tradición oral. Y poner en servicio una tarjeta para consumos culturales que facilite el acceso de más aragoneses a la cultura, además de promocionar pequeñas producciones y fomentarla en colegios.