La vieja Estación Internacional de Canfranc lleva más de 30 años durmiendo en el sueño de los olvidos. Desde que se cerró la línea internacional que unía el valle del Aragón con el vecino valle francés del Aspe, el 27 de marzo de 1970, el inmueble y el resto de instalaciones que había en el complejo ferroviario fueron perdiendo utilidad. Hoy, la gran parte de las infraestructuras no tienen uso y el paso del tiempo y la falta de intervenciones van dejando su huella en el complejo canfranqués.

Es cierto que ha habido varios intentos por recuperar un inmueble que en 1992 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y una explanada donde la maleza no para de expandirse, pero ninguno ha fructificado hasta ahora. Los últimos, datan del 2000 y del 2001. La recuperación del complejo fue el objetivo con el que se creó el Consorcio Canfranc 2000, integrado por el consistorio canfranqués, el Gobierno de Aragón y la propietaria de todo el complejo ferroviario, Renfe.

Sin embargo, la compañía ferroviaria aún no ha entregado al Gobierno aragonés la propuesta de las vías que necesitará para uso propio tras la reurbanización de este entorno y tampoco ha transferido las propiedades del complejo al Consorcio creado para ello.

Todo ello hace que los proyectos y aspiraciones de los vecinos del valle de recuperar el que fuera el principal centro de actividad comercial de Canfranc están paralizados, a pesar de la promesa que el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, hizo hace exactamente un año y que hoy recuerda el presidente de la Asociación para la Defensa del Ferrocarril y la Estación de Canfranc y exalcalde de la localidad, Víctor López: "El presidente vino a la estación y dijo que esta primavera empezarían las obras, aún no hay ni un aldamio".

El actual alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, comenta los largos y complejos trámites que aún hay que completar para poder sacar adelante el proyecto que el arquitecto José Manuel Pérez Latorre redactó en el 2000 para rehabilitar el inmueble de la estación y para continuar avanzando en el concurso de ideas, que en 2001 ganó el equipo del catalán Oriol Bohigas, para reordenar y reurbanizar la explanada.

Renfe todavía tiene que aceptar el concurso de ideas, "porque hasta la fecha, no se ha pronunciado sobre ello". Una vez aceptado, debe encargar el Plan Parcial, que, a su vez, requiere que la compañía ferroviaria delimite la línea que se vería afectada por la posible reapertura del tráfico internacional. Además, Renfe debe descatalogar la estación y transferir al Consorcio todas las posesiones que tiene en el complejo ferroviario para poder comenzar a trabajar en el inmueble y en el entorno.

"Cuanto más se retrase la ejecución de estos proyectos, sobre todo, el de rehabilitar el edificio, peor será porque el inmueble está muy dañado y mientras Renfe no haga nada, el edificio se seguirá cayendo". Al respecto, Pérez Latorre redactó hace tres años un informe de necesidades urgentes del inmueble, entre las que cabe destacar las siguientes: La necesidad de cambiar la cubierta de pizarra, al estar repleta de boquetes; hay que cambiar todos los pilares que sustentan las marquesinas, ya que están oxidados, es necesario rehabilitar numerosos elementos decorativos y se requiere una limpieza del interior del inmueble, para poder diagnosticar la estructura, "ya que preocupa el estado del hormigón, por las numerosas filtraciones que registra".

En los tres años que han pasado desde la redacción de este informe, el frío, la lluvia y la nieve han intensificado esas heridas .

Pero Canfranc tienen otras sombras vinculadas al ferrocarril. El presidente de la Asociación para la Defensa del Ferrocarril y Estación de Canfranc (AFEC), Víctor López, recuerda que Francia y España adquirieron el compromiso de reabrir el tráfico ferroviario internacional del canfranero para el 2006, en la cumbre de Santander celebrada en el 2000 y lo ratificaron en Perpiñan, un año después. Además, "el anterior Gobierno central se comprometió a modernizar, electrificar y convertir a ancho europeo la línea, entre Huesca y Canfranc, para el 2007". El presidente de la AFEC comenta la visión que el colectivo que él preside mantiene respecto a la reapertura: "Mantenemos las mismas dudas de siempre, la postura reacia de Francia a reabrir este paso y la apuesta de Aragón por el Vignemale, más que por el Canfranc". En cuanto a la modernización de la línea, Víctor López señala que los seis tramos en que se ha dividido la línea entre Huesca y Canfranc se encuentran en proceso de redacción, "pero si el Gobierno quiere cumplir los plazos acordados, debería licitarse la modernización de la variante de Huesca a lo largo de este año, por lo menos".