La contraoferta realizada por el ministro de Hacienda a las comunidades autónomas para suavizar su objetivo de déficit en una décima, y elevarlo del 0,3 al 04% no fue bien acogida ayer por prácticamente ninguna comunidad autónoma, especialmente las gobernadas por el PSOE. Es el caso de Aragón, cuyo consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, votará en contra de esta propuesta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera convocado por el ministro para hoy. Para el titular de la Hacienda aragonesa, está bien que se suavice el objetivo, pero considera que para atender las demandas de la comunidad autónoma en la prestación de servicios públicos, este objetivo debería relajarse aún más, y llegar al 0,5% o incluso el 0,6%. Es decir, en lugar de permitir un desfase presupuestario de unos 35 millones --que es lo que supondría la décima adicional ofertada por Montoro-- se llegara a los 105 millones de descompensación entre los ingresos y los gastos.

El argumento esgrimido por Gimeno para rechazar la propuesta de Montoro --que intentó así ganarse la aprobación de los socialistas-- es que los topes de déficit que establece Bruselas para determinadas economías, como la española, deben ser distribuidos y repartidos de forma equitativa, basandose en criterios justos, por lo que considera que es el Estado quien debe asumir un mayor margen de déficit, y no la Seguridad Social.

pacto con ciudadanos / El malestar es mayor al llegar esta oferta después del pacto entre PP y Ciudadanos para ofrecer una rebaja fiscal en el IRPF, lo que supondrá a la larga una merma de los ingresos a las comunidades autónomas que, sin embargo, deben seguir prestando con eficiencia los servicios públicos básicos y esenciales.

En su opinión, si dicha rebaja se hiciera aumentando los mínimos exentos a efectos de la declaración de la Renta, esta decisión volvería a perjudicar a las comunidades autónomas puesto que tendría un efecto inmediato sobre sus ingresos.

«El Gobierno está negociando la bajada del IRPF. Hay quien dice que va a aumentar los mínimos exentos a efectos de la declaración de la renta, si eso fuera así quien estaría financiando la bajada de los impuestos serían otra vez las comunidades autónomas con lo cual nos vuelve a engañar», manifestó Gimeno, quien a pesar de todo señaló que es mejor un 0,4% que un 0,3%, que fue la propuesta inicial del ministro y que tampoco contó con el apoyo de los socialistas.

Pero el tono de Gimeno siguió siendo crítico en sus argumentaciones, ya que condenó que a las comunidades autónomas se le obligue a endeudarse con el déficit mientras que el Gobierno central «baja los impuestos para quedar bien políticamente y, al final tienen que ser las comunidades autónomas quienes terminen pagándolo con endeudamiento. Según como se haga la modificación, la mitad de ese descenso del IRPF son impuestos de las comunidades autónomas».

Por tanto, los intentos del ministro por buscar un acuerdo con la mayoría de comunidades autónomas gobernadas por socialistas, quedará en saco roto. También Cataluña se opondrá a esta contraoferta ministerial, con argumentos similares a los esgrimidos por el resto de autonomías.

El debate llega además en un momento en el que el grupo de expertos que analiza el sistema de financiación autonómica sigue trabajando para elaborar un informe que sirva para diseñar un nuevo modelo que permita satisfacer todas las necesidades dispares de las comunidades autónomas. Sin embargo, existe una gran dificultad de llegar a un acuerdo pactado, ante los diferentes intereses y necesidades de cada una de las comunidades autónomas ahí representadas.