El PSOE ganó las elecciones en Aragón holgadamente, pero eso no le garantiza que pueda gobernar Aragón, como le sucede igual en el resto de instituciones de la comunidad. La suma de izquierdas no da la mayoría, y el PP, que perdió 6 puntos y 5 diputados, mejora los resultados que obtuvo el pasado mes de abril y suma la mayoría absoluta con lo que los populares denominan «centroderecha» pero que para ello debe incluir forzosamente a la extrema derecha de Vox.

Ciudadanos será determinante, porque aumenta la representación y pasa de 5 a 12 diputados. No logra superar al PP, como sí hizo en las pasadas generales, pero es la tercera fuerza y en sus manos está la gobernabilidad de las instituciones. Puede dar la mayoría al PSOE, pero también al PP si se alía con la extrema derecha de Vox, que por primera vez entra en las instituciones aragonesas aunque con menos fuerza de la que obtuvo en abril. Apenas un 6%, pero lo suficiente para que tenga tres diputados en las próximas Cortes de Aragón. Los mismos diputados de un Partido Aragonés que baja, pero que con su 5% tendrá en sus manos también un papel determinante.

Y complejo, pues debe tomar una decisión que influirá en la gobernabilidad: dar con el sentido de su voto un Ejecutivo de izquierdas con partidos alejados de la posición de centralidad de los aragonesistas o uno de derechas con partidos que reniegan del autonomismo y que llevan en su ideario el trasvase. CHA sube considerablemente en votos y gana un escaño, por la circunscripción de Huesca, que perdió hace cuatro años. Los nacionalistas tienen un sabor agridulce: la fragmentación de la izquierda les hace daño en Zaragoza, donde pierden la representación (aunque en la ciudad también han votado a la formación menos personas al consistorio que a las Cortes). Izquierda Unida mantiene y consolida su escaño por Zaragoza.

Mención aparte merece Podemos, uno de los grandes derrotados de la noche. Ha perdido prácticamente dos tercios de su representación parlamentaria y se queda en tan solo cinco diputados. Un 8%, cinco puntos menos que hace tan solo un mes. Hace cuatro años, estuvo a punto de dar el sorpasso en la izquierda pero su incapacidad para lograr la confluencia y una actitud que le ha hecho granjearse numerosos adversarios le ha pasado factura en un electorado que se ha desencantado y que demuestra que gran parte de su espectacular irrupción en la pasada legislatura tenía mucho de voto prestado. De hecho, ha perdido 80.000 votos. Una cifra que prácticamente responde al aumento del PSOE (60.000, y CHA, 11.000).

El PSOE, ha ganado claramente las elecciones, algo que no hacía desde la época de Marcelino Iglesias. A los socialistas les ha ido mejor cuando dejaron de airear sus crisis internas, que a pesar de no cerrarse nunca del todo, se han apaciguado tras obtener buenos resultados tanto en las generales como en las autonómicas. En ambas han obtenido un resultado idéntico

Sin embargo, ganar las elecciones no les garantiza presidir el próximo Gobierno de Aragón. Sube seis escaños (aunque a última hora se disputaba uno con el PAR en Teruel, donde se ralentizó el recuento hasta bien entrada la madrugada) pero no suma con los partidos de izquierdas que le han brindado su apoyo esta legislatura. Eso sí, se puede abrir un escenario nuevo y beneficioso para el PSOE, quizá uno que satisfaga a una parte de la dirección socialista aragonesa pero no tanto a su militancia: con Ciudadanos. De hecho, esta fórmula es la única que le permitiría recuperar la Alcaldía de Zaragoza. Aunque con el escenario que se ha abierto, todo está por escribir. Llega un mes frenético de pactos y acuerdos para que haya gobierno.