La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, anunció ayer que el Gobierno de España declarará las áreas afectadas por la crecida del Ebro como zona de urgente actuación, con el objetivo de alcanzar la normalidad «lo antes posible». Tejerina precisó que esta catalogación se llevará a cabo una vez que «la situación termine» y se valoren los daños que ha causado el agua del Ebro.

Acompañada por el presidente de Aragón, Javier Lambán, la ministra aprovechó su intervención para reinvidicar el papel de infraestructuras hídricas como Itoiz y Yesa en este tipo de situaciones. «De no existir Itoiz, de no existir Yesa, hoy la situación sería ciertamente dramática», recalcó. En ese sentido, afirmó que, sin estos embalses. se añadirá más de un 25% del agua total que lleva el río. «Es muy importante y por eso el gobierno sigue invirtiendo en grandes infraestructuras en Aragón que protegen a la gente y al medio ambiente», destacó.

Lambán coincidió con Tejerina a la hora de destacar el papel de los embalses: «Sin Itoiz y Yesa, ahora mismo estaríamos hablando de una situación seguramente trágica para los municipios de la ribera», subrayó.

Además, el presidente informó de que la crecida está resultando «superlenta» y que la cresta llegó a Novillas «muchas horas más tarde de lo que se preveía», por lo que su presencia en la capital aragonesa, estimada para el medio día de hoy «con 15-20 centímetros más», también se demorará. Además, precisó que no existe «una excesiva diferencia» en lo que se refiere a la altura del río, si se compara con la crecida del año 2015. En concreto, señaló que está unos 30 o 35 centímetros por debajo en esta ocasión.

Lambán afirmó tener la impresión de que la situación «está controlada» y mandó un mensaje de tranquilidad a los municipios, aunque recalcó que ante el Ebro «hay que estar siempre expectante» y que se mantiene el nivel de 2 de alerta.

También informó de que se han evaluado de manera «muy positiva» las actuaciones realizadas desde el año 2015 y que la coordinación de los diferentes organismos, que suman más de 500 efectivos, ha sido «excelente».