El Gobierno no pone reparos al recargo de 2,4 céntimos (cuatro pesetas) que el Ejecutivo catalán prevé aplicar a partir del 1 de agosto. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, expresó ayer el "respeto" del Ejecutivo por la decisión "soberana" de la Generalitat para financiar la sanidad. La portavoz del Ejecutivo admitió, tras la reunión del Consejo de Ministros, que "hay algunos déficits financieros en las comunidades a los que hay que tratar de buscar soluciones".

El área socioeconómica del Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC), del que forman parte patronales y sindicatos, consensuó ayer un dictamen contrario al recargo porque "no es la mejor manera" de financiar la sanidad. El texto, que debe ser firmado por la ejecutiva del CTESC, emplaza al Gobierno catalán a "hallar soluciones" porque "la sanidad es uno de los pilares del Estado del bienestar".