El Gobierno de Zaragoza lanzó ayer dos mensajes muy claros al resto de grupos municipales tras aprobar el presupuesto elaborado para el 2015: que ha cumplido con lo que le exigían de presentar en tiempo y forma un documento propio con el que discutir para llegar a acuerdos y que no piensa aprobarlo "a solas" con el Partido Popular. El entendimiento con Chunta e Izquierda Unida es "el mínimo indispensable" para que la ciudad tenga presupuesto antes de la cita electoral.

Así lo explicó el vicealcalde y responsable de Economía y Hacienda del consistorio, Fernando Gimeno, quien al término de la reunión del Gobierno de la ciudad restó importancia a que solo el PP se haya reunido formalmente con él para analizar las posibilidades de llegar a acuerdos. Reconoció que estaría "encantado" de sumar el apoyo de los conservadores a las cuentas, algo que no ha logrado en los tres ejercicios anteriores y pese a que este presupuesto es muy similar, pero que sin las otras dos formaciones de izquierda, habrá prórroga presupuestaria.

Y es que para Gimeno con el proyecto aprobado ayer es "fácil llegar a acuerdos" y consideró que si no quieren aceptarlo "será por otros motivos", en referencia a la proximidad de los comicios municipales, en mayo del año que viene. Pero también recordó que aunque "nunca" tiene "la certeza" de que le respaldarán, "todos los años pasa lo mismo", que amagan con dejarle sin apoyos y al final sale adelante con sus 16 votos.

Ha pasado en toda la legislatura y no entendería que fuera distinto con un documento que recoge todas sus peticiones exigidas para el presupuesto de este año en gasto social, fomento del empleo y reducción del pago de la deuda. Ahora "hay más inversión directa", que es, a su juicio, la principal novedad, y lo que abre la posibilidad de introducir mejoras al documento inicial aprobado por el Gobierno de la ciudad.

EN DICIEMBRE Lo podrán hacer a partir del próximo martes, cuando acudan a la primera comisión de presupuestos en la que se les informará del calendario. El objetivo, ya lo avanzó ayer Gimeno, es que esté "aprobado en el pleno ordinario de diciembre", por lo que se les otorgará a los grupos municipales un plazo de "diez días hábiles" para presentar enmiendas a introducir en el presupuesto.

En aras a un acuerdo lo más amplio posible que, a medida que pasan los días, más dudas genera en el consistorio. En un año en el que ya no hay interferencias externas con las que hacer palanca, como sucedió el año pasado con el conflicto del bus que llevó a Chunta a abandonar las negociaciones hasta que el Gobierno municipal no forzara a la empresa a reincorporar a todos los que despidió en verano.

Entonces eran los nacionalistas los que aseguraban que no apoyarían el presupuesto, que se pactó en pocos días. E IU la que se veía cerca del acuerdo, que luego fue respaldado por su militancia, con escaso margen, por otra parte. Este año se cambian los papeles y es IU la que parece más lejos de apoyarlos. Y CHA la que defiende que hará lo indecible porque salgan adelante. Pero el PSOE necesita a los dos, ahora que admite que la foto a solas con el PP es imposible.