No votó a Lambán. Tampoco a Sánchez, pero Miguel Gracia, un histórico que lleva años manejando el PSOE oscense, volvió a ganar. La renovación se ha hecho a su medida, con los apoyos que él le ha buscado al renovado líder. Ha dejado sin rubor a las mujeres que defendió, Díaz y Dueso, y se ganó a sus rivales. Si a Lambán se le rieron ayer sus compañeros al decir que ha ayudado a Sánchez, no es extraño que haya aragoneses que tampoco se crean los cambios. Caras nuevas pero ¿misma filosofía?