Todos los años sucede lo mismo cuando se presentan los Presupuestos Generales del Estado: los grupos que apoyan al Gobierno justifican el proyecto y los que están en la oposición los rechazan por escasos, irreales y poco efectivos. Ayer no fue una novedad y los grupos de izquierda censuraron unánimemente las partidas territorializadas destinadas a Aragón. Unas partidas que suman 437 millones de euros, un 18% más que el año pasado y que suponen el 4% del montante global. Escaso y mal planteado para PSOE, CHA, Podemos e IU.

El portavoz del PSOE en las Cortes, Javier Sada, fue más allá, al considerar que la presencia de un aragonés, Roberto Bermúdez de Castro, en la secretaría de Estado para las Administraciones Territoriales ha servido «de poco» para los intereses de la comunidad, reflejados en los presupuestos generales. Sada lamentó que no incluyan «temas fundamentales» para Aragón, algo que ha achacado entre otras cosas a un nuevo incumplimiento del Estatuto de Autonomía, que establece la obligatoriedad de que los Gobiernos de España y de Aragón discutan antes acerca de las partidas inversoras que la comunidad necesita que se consignen.

baja ejecución / Respecto a las cuentas, Sada consideró que a pesar de ser «pretendidamente electoralistas», las partidas son inferiores a las del 2016, año en el que por otro lado la ejecución «no llegó al 26%». Por todo ello, el PSOE tiene «pocas esperanzas» con estas cuentas y teme que se confirmará que «el Gobierno de Rajoy vuelve a dejar absolutamente al margen a Aragón».

La diputada de CHA en las Cortes Carmen Martínez consideró que las cuentas son más propias «del siglo XIX que del XXI», entre otras cosas por su apuesta por los grandes pantanos en Aragón, y agregó que son «anodinas» para la comunidad, también por su «lento» nivel inversor. Martínez también criticó el incumplimiento del Estatuto y lamentó que las grandes infraestructuras pendientes, como las autovías, «no podrán ser concluidas esta legislatura». Tampoco la reapertura del túnel del Canfranc, que frente a la promesa de consignar 21 millones de euros solo se incluyen para 2018 poco más de 1,5, lo que supone un «insulto a la ciudadanía». Sin embargo, se incluyen «millones» para los pantanos de Biscarrués y para el recrecimiento de Yesa, proyectos «inviables» según la propia Unión Europea.

ABANDONO DEL MEDIO RURAL / Para el coordinador de IU Aragón, Álvaro Sanz, «son los presupuestos que consolidan la política de recortes y, en el caso de Aragón, suponen un modelo nefasto porque no tienen en cuenta sus necesidades». En su opinión, «reiteran la política excluyente del PP que gobierna para su gente y abandona a la población más vulnerable y también al medio rural». Sanz puso algunos ejemplos, como que «hay un 50% menos de inversión en infraestructura ferroviaria en conjunto del Estado, cuestión que repercute también en Aragón al verse las líneas ferroviarias como Teruel- Sagunto y el Canfranc como siempre insuficientemente dotadas».

La portavoz de Podemos, Maru Díaz, incidió en los argumentos empleados por la izquierda, y puntualizó que «de nuevo» las cuentas están «volcadas en el hormigón y en los pantanos», con partidas para el de Biscarrués cuando las de 2017 no han podido ser ejecutadas por problemas judiciales y que, por tanto, se han perdido en lugar de invertirse en otras cosas, como la descontaminación del río Gállego.

En Aragón, agregó, durante los años de crisis se ha perdido el 62% de la inversión acumulada y, por tanto, el incremento de las partidas inversoras de un 18 % (al pasar de 345 a 407 millones de euros) no sirve para superar las carencias de años anteriores. Y se olvidan del medio rural, del medio ambiente, de la lucha contra el cambio climático y del apoyo a las zonas más despobladas, agregó.