¿Ha activado Mariano Rajoy el artículo 155 de la Constitución o ha llevado a cabo una actuación previa para aplicarlo? Aunque la literalidad de los pronunciamientos de estos días sirve bien poco para aclarar las cosas, pongámosla sobre la mesa para después abordar las dos teorías que divergen en la conclusión.

Las palabras de Rajoy

«El Consejo de Ministros ha acordado esta mañana requerir formalmente al Gobierno de la Generalitat para que confirme si ha declarado la independencia de Cataluña, al margen de la deliberada confusión creada sobre su entrada en vigor. Este requerimiento previo a cualquiera de las medidas que el Gobierno puede adoptar al amparo del artículo 155 de nuestra Constitución pretende ofrecer a los ciudadanos la claridad y la seguridad que requiere una cuestión de tanta importancia. [...] En la respuesta que el president de la Generalitat dé a este requerimiento, ahí se marcará el futuro de los acontecimientos en los próximos días. Si el señor Puigdemont manifiesta su voluntad de respetar la legalidad y restablecer la normalidad institucional, se pondría fin a un periodo de inestabilidad, tensiones y quiebra de la convivencia», dijo el presidente del Gobierno.

Teoría 1: El 155, activado

El artículo 155: «Si una comunidad autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al presidente de la comunidad autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general».

De acuerdo con esta teoría, lo que ha hecho Rajoy es poner en marcha el artículo 155, pues este establece la obligatoriedad previa de enviar un «requerimiento», que es precisamente el que enviará el Ejecutivo a Puigdemont.

Teoría 2: No está aplicado

Dado el enrevesado juego de declaraciones y contradeclaraciones, otra hipótesis plantea que Rajoy hizo un movimiento previo al movimiento previo. A saber: el 155 establece la necesidad de un requerimiento previo, sí, pero lo que hizo el Gobierno es pedir a Puigdemont que aclare si está «cumpliendo con las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan».

Se entiende que una vez se pronuncie el presidente de Cataluña será cuando el Ejecutivo central, si observa desobediencia, le envíe otro requirimiento en el que le conmine a cumplir con la legalidad. Entonces sí que se aplicaría el 155. De hecho, Rajoy no dijo ayer que Puigdemont haya cometido ilegalidad alguna.