Los políticos aragoneses no han hecho el ridículo. Nadie hubiera entendido que los partidos estén buscando soluciones contra la despoblación y a la vez le quiten un representante político a Teruel porque ha perdido habitantes en los últimos cuatro años. Realmente lo que hace falta en el Aragón vacío son más médicos, más maestros y más asistentes sociales, entre otros muchos profesionales, no más diputados, aunque no molestan. Es cierto que si un territorio como Zaragoza gana habitantes durante unos años debería tener más representación en el Parlamento que otro, Teruel, que ha perdido. Eso sería lo correcto. Pero a estas alturas del debate político no cuesta nada ceder por la defensa de ese territorio que agoniza y mantener el mismo número de diputados regionales que hace cuatro años. El Parlamento aragonés no puede ser como el vasco y que las tres provincias tengan idéntica representación porque Aragón no tiene el equilibrio territorial de Euskadi. Una pena. Pero mantener los 14 escaños de Teruel en la Aljafería es un gesto político en un momento político muy concreto. Un buen gesto pero que debe significar un compromiso presente con esa provincia deprimida.