Una de las incógnitas que debe despejar la Consejería de Educación durante este curso es la fecha de las pruebas extraordinarias de la ESO, una de las herencias de la LOCE que el Gobierno del PSOE ha mantenido. El curso pasado, esta repesca se fijó en el mes de junio, pero el departamento aseguró que se abriría un debate para establecer las fechas de este año. La decisión de poner esta prueba en junio fue rechazada por los sindicatos y por otros agentes de la comunidad educativa que consideran más razonable el mes de septiembre.