El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, insistió ayer en que el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) tiene que ser derogado y que lo que hay que hacer es reformar la ley de aguas. El regidor rechazó cualquier cambio en esta tasa que volvió a tildar de «injusta».

Ayer anunció que asistirá a la manifestación del domingo, en contra de este impuesto y convocada por la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA), mientras el presidente de Aragón, Javier Lambán, explicaba su tibia propuesta de reforma del ICA. «Más que palabras habrá que ver si se va a derogar el impuesto, qué pasa con los recibos, si se van a devolver y si hay una profunda reforma de la ley de aguas», declaró el primer edil.

Santisteve recordó que desde el ayuntamiento se ha defendido en todo momento la necesidad de revisar «en profundidad» el plan de saneamiento y de tender hacia una descentralización y lucha contra la privatización del agua.

Según el regidor, este impuesto es injusto porque grava «doblemente» a los zaragozanos que ya han pagado la depuradora. También lo es, prosiguió, porque los ingresos que obtenga la DGA no se destinarán, por ejemplo, «a renovar las tuberías» de la ciudad, aunque se hayan «comprobado la carencia evidente en inversión», explicó Santisteve.

El primer edil insistió en que Zaragoza no busca una «vía unilateral» para solucionar el cobro de un tributo que considera «problema», porque «todos los territorios están implicados». Es por ello por lo que consideró que habría que tener una visión global que hiciera hincapié en el plan de depuración de aguas.

Para el alcalde es vital que las asociaciones y entidades que convocan la manifestación del domingo estén presentes en los debates sobre el futuro del impuesto de contaminación.