Las fiestas del Pilar del 2018 y las de 1613 poco tienen que ver, aunque las primeras que se celebraron y las que están a punto de comenzar tienen muchos puntos en común y dos primordiales: «Siempre fueron en la calle y por y para los ciudadanos». Así se pone de manifiesto en Zaragoza y las fiestas del Pilar, un proyecto que muestra la «evolución temática, política, cultural y social» de las «fiestas populares en la calle más importantes de España» a través de cuatro exposiciones, tres de las cuales (Érase una vez las fiestas, 1613-1977; Contra las fiestas oficiales: fiestas populares y Días de fiesta, 1980-2017) pueden verse en el Centro de Historias; y otra (La fábrica de las fiestas) en el Torreón Fortea hasta el 13 de enero.

El objetivo es «rendir homenaje a los zaragozanos que han hecho de las fiestas populares del Pilar lo que son», reconoció Fernando Rivarés, concejal de Cultura (lo que antes sería Festejos) del Ayuntamiento de Zaragoza, en la presentación de la iniciativa, junto a Joaquín Merchán, director del Centro de Historias; y César Falo, comisario de la muestra, ambos ideólogos de esta historia colectiva.

Las primeras fiestas se celebraron en 1613 cuando se declaró festivo en la ciudad el 12 de octubre y un grupo de «ilustrados con poderío» se lanzaron a la calle para celebrar. Y fue también «la calle» la que reinventó los festejos «de modo popular» tras el fascismo y la que en la transición logró recuperar el imaginario anterior.

En la muestra que hace referencia a aquellos festejos de 1613 a 1977 se hace hincapié en cómo la conmemoración religiosa se convierte en celebración y cómo procesiones y misas solemnes conviven con cabalgatas, mojigangas, comedias, toros, y gigantes y cabezudos.

En esta parte (en la cripta del Centro de Historias) hay una recreación de cómo eran esas primeras cabalgatas, ya que los textos de la época las reproducían fielmente. Y ahí están también los gigantes y los cabezudos, presentes a lo largo de toda la historias de las fiestas, por lo que se ve «cómo cambian las caras, las ropas y las formas», explicó Falo.

O la Ofrenda de flores, que se celebró por primera vez en 1958, y en la que solo participaban niños hasta 10 años, niñas de todas las edades y señoritas. Los hombres no se incorporaron hasta tiempo después, y solo para llevar los cestos de flores. Para convertirse en un acto multitudinario aún tuvieron que pasar varios años.

Contra las fiestas oficiales: fiestas populares ocupa el Espacio Tránsito e incide en que el modelo conocido hasta la fecha se resquebraja. Las peñas, asociaciones y movimientos vecinales reivindican las fiestas para toda la gente y se crea una comisión paralela de fiestas. «Felices fiestas, a pesar del gobernador» proclama una pancarta.

fiestas actuales / Días de fiesta, 1980-2017 puede verse en la primera planta. El nuevo ayuntamiento democrático recupera la participación en los pilares, con actividades para todos los públicos, representados en las actividades para niños, con los Parques como protagonistas; desde sus inicios en el Parque Bruil o Torre Ramona hasta el Río y Juego más actual (este año habrá un laberinto en recuerdo a esos primeros parques); Arbolé, el Teatro de calle, los conciertos en la carpa Moret, en el Pabellón francés, la Chimenea y más recientemente el Auditorio, Valdespartera o el Párking Norte.

El Torreón Fortea está dedicado a La fábrica de fiestas, y a todos aquellos que hacen las fiestas, los trabajadores municipales, la policía, los jardineros, las empresas, los talleres de construcción, etc.

Este proyecto tiene mucho de «emocional» reconoció Merchán, ya que la «gente quiere verse» y a lo largo de todas las salas está representada toda la ciudad, se muestra el ADN de la Zaragoza que sale a la calle durante las fiestas, señaló Falo; porque, en el fondo, muchos de los asistentes verán «a personas que hacen lo mismo que ellos» aunque sea veinte o treinta años antes.

La inauguración, a la que asistió el alcalde, se convirtió en un homenaje a todos aquellos que algo han tenido que ver en la historia reciente de las fiestas, ya que estaban invitados todos los concejales de Cultura (antes Festejos) de la Democracia aunque no todos asistieron,, que disfrutaron de la música de La banda del canal y de la actuación de grupos como Caleidoscopio, PaI, K de Calle o Coscorrón que, en unos días, volverán a ser protagonistas, en este caso de la calle.