Un incremento de visitas y niveles de ocupación de cerca del 100% son las previsiones que el sector del turismo aragonés ofrece para el mes de agosto. Si éstas se cumplen, el ligero descenso de julio con respecto al 2003 se confirmará como una bajada coyuntural. Instituciones y empresarios señalan a Aragón como un destino con gran proyección de futuro, ya materializado en el auge de los balnearios. En el extremo opuesto, el turismo rural atraviesa una etapa difícil tras dos años en alza.

Una de las causas que el sector atribuye al descenso de julio es el aumento de ofertas agresivas de los touroperadores a destinos de bajo coste, como Turquía o la República Checa. A su vez, desde la costa española intentan contrarrestarlo con ofertas baratas, lo que agrava la situación de desventaja del turismo aragonés, "que se caracteriza por una mayor calidad y coste, frente a la masificación de las playas", según explica el Director General de Turismo de la DGA, Benito Ros, quien señala también como agravantes acontecimientos puntuales como el Año Xacobeo, el Fórum o la Eurocopa de Portugal.

Como factor positivo ligado al descenso, los representantes del sector identifican un aumento de la oferta, que el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Arturo Aliaga, cifraba esta semana en 52 nuevos establecimientos hosteleros.

LLENO EN AGOSTO Las cifras globales de ocupación de los establecimientos aragoneses durante el mes de julio han oscilado entre el 60 y el 70% como media, frente al 70-80% del año pasado, según datos del director de Turismo. Sin embargo, las perspectivas de agosto son muy positivas, ya que se espera llegar a una media del 90% ó 100%.

Mientras el descenso de visitas de julio se considera pasajero, la disminución del número de pernoctaciones de turistas en Aragón se prevé continuo. Esta bajada, un 1 y 2% en este mes de julio frente al 2003, responde a un cambio de tendencias. "Las estancias son cada vez más breves, porque se tiende a un turismo más diversificado, de escapadas cortas a sitios distintos", explica Ros.

LOS BALNEARIOS, EN AUGE Los niveles de ocupación varían según los sectores. Por encima de todos destacan los balnearios, con un promedio de ocupación en julio del 84% y previsiones de unos puntos por encima en agosto. "Los balnearios se consolidan como alternativa a los destinos tradicionales, por ser un turismo sin ruidos ni masificado, que ofrece grandes posibilidades al púbico activo y al sosegado", explica el presidente de la Asociación Aragonesa de Balnearios, Antonio García.

En el extremo opuesto se sitúa esta temporada el turismo rural. Después de dos años muy positivos, en el mes de julio no se ha llegado al 50% de ocupación, umbral que tampoco se prevé alcanzar en agosto. "Son datos que hay que circunscribir a los establecimientos integrados a la Federación Aragonesa de Asociaciones de Alojamientos Rurales", explica su presidente, Jesús Marco, que añade: "Esperábamos un año brillante, pero se ha dado una línea muy a la baja, en parte por el gran incremento de establecimientos no registrados, que no cumplen los requisitos de calidad y que perjudican al sector en regla".

RECUPERACION DE LOS DEPORTES "Todavía no podemos ofrecer cifras, pero sí hemos detectado una bajada coyuntural en julio, que no es alarmante alarmante, porque en agosto volveremos a estar llenos", asegura el presidente de la Asociación Aragonesa de Turismo Deportivo, Juan Bazán, quien señala que los extranjeros suponen ya entre el 20 y 25% de la clientela y que el rafting y el descenso de barrancos son las actividades más demandadas.

Los campings se han mantenido en una línea constante, ligeramente afectados por el paréntesis del mes de julio. "Este descenso del 70 al 65% en julio no es muy relevante. Las reservas de bungalows para agosto están ya al 100% y en conjunto podremos llegar al 80 ó 90%", explica Lorenzo Lasaosa, presidente de la Asociación de Empresarios de Campings de Aragón.

Respecto a los hoteles aragoneses, los porcentajes de ocupación son moderados pero constantes. En las tres provincias, julio se cerró con unos niveles de ocupación del 60%, un 5% menos que en el 2003. Para agosto, Zaragoza prevé cifras del 65%, mientras que en Huesca y Teruel se podría llegar al 80%, según los datos ofrecidos por los presidentes de las asociaciones de Empresarios de Hostelería de las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel, Angel Más, Emilio Lacambra y Luis Soler, respectivamente.