Las plazas hoteleras de Zaragoza se ocuparon al 90% desde el pasado jueves. El flujo de turistas, que mayoritariamente pernoctó una media de dos noches, se atribuye a la atracción por la Semana Santa en la Ruta del Tambor, en cuyos pueblos no existe la suficiente infraestructura para atender una demanda que progresa al alza cada año. Según fuentes del sector, "los visitantes duermen aquí para viajar por el día a los puntos neurálgicos del Bajo Aragón. No obstante, también se aprecia un creciente interés por las procesiones de la capital, que se produce como un efecto colateral del que existe por las de Teruel". Otro sector turístico aragonés. el de los balnearios, mantuvo la fuerte demanda que se produce estos días de sus servicios de salud desde hace varios años y los establecimientos volvieron a estar al completo, contribuyendo al balance positivo de la comunidad, con unos ingresos por este concepto que superarán a ejercicios anteriores.