La huelga general convocada por la Mesa para la Democracia (formada por colectivos independentistas), la CUP y CGT y apoyada desde la Generalitat fue secundada por una gran mayoría de los trabajadores en Cataluña. El paro, que contó también con el apoyo de UGT y CCOO en Cataluña vivió momentos de gran tensión cuando los piquetes obligaron a cerrar los centros comerciales y los grandes almacenes del centro de Barcelona, así como los mercados y empresas que intentaban mantener las puertas abiertas.

Los huelguistas también montaron numerosas barricadas en los accesos a Barcelona, principalmente en la A-2 y AP-7, provocando retenciones que superaron los 10 kilómetros en varios momentos de la jornada, sin que se registraran incidentes de importancia y sin que intervinieran los Mossos para reabrir las autovías a la circulación.

Por la mañana, cientos de personas participaron en las cocnentraciones frente a la Jefatura Superior de Policía de Barcelona y ante la sede del PP para exigir la salida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de cataluña y acusando a los populares de haber ordenado las cargas policiales durante la jornada del pasado domingo, para impedir el referéndum ilegal.

Por la tarde, miles de personas se manifestaron en el paseo de Gracia de Barcelona contra las «fuerzas de ocupación». La manifestación arrancó sobre las seis de la tarde, encabezada por una pancarta con el lema: «Contra la represión y en defensa de las libertades».

La CUP es otra de las organizaciones que secundan esta manifestación con motivo de la huelga general, que coincide con la concentración convocada también esta tarde por la llamada Mesa por la Democracia, que reúne a los sindicatos mayoritarios y a las entidades soberanistas, en la plaza Universidad de Barcelona.

La manifestación discurrió en un clima festivo, con miles de personas, ataviadas con esteladas -banderas independentistas-, de diversos sindicatos o incluso con banderas de la España republicana, coreando consignas a favor de la independencia.

Aunque la CGT y otros tres sindicatos eran los convocantes originales de la manifestación, centenares de personas que participaron en las protestas por el centro de Barcelona contra las cargas policiales del domingo se quisieron sumar a la movilización de la tarde.

«Els carrers seran sempre nostres» (Las calles serán siempre nuestras), «Fem fora les forces d’ocupació» (Echemos a las fuerzas de ocupación) o bien «Hem votat» (Hemos votado) fueron algunas de las consignas que gritaron los participantes en la marcha.

Aunque en un principio estaba previsto que la movilización acabara en la plaza de Catalunya, continuó por la Ronda Sant Pere en dirección a la plaza Urquinaona.

Al llegar a las inmediaciones de la plaza Catalunya, centenares de manifestantes se sentaron en el suelo, levantaron las manos y gritaron «Aquestes són les nostres armes» (Estas son nuestras armas), para remarcar el carácter pacífico de la movilización.

El secretario general de la CGT, Ermengol Gassiot, aseguró, en declaraciones a los periodistas, que la huelga general había sido un «éxito total», y aseguró que había sido la «más multitudinaria» en Cataluña en los últimos 25 años.

Colectivos de bomberos, de agentes rurales, de colectivos feministas, libertarios y sindicales han participado en esta movilización.

DESCUENTO A LOS FUNCIONARIOS

El Ministerio de Hacienda anunció ayer que descontará la jornada de huelga del sueldo de los empleados públicos de la Generalitat que hayan participado en la huelga general o en el paro de país. Así lo confirmaron fuentes del Departamento que dirige Cristóbal Montoro después de que el Gobierno catalán que preside Carles Puigdemont hubiera anunciado el lunes que la Generalitat no iba a rebajar el salario de este mes a los empleados que participaran en la huelga.

Hacienda, además, anunció acciones judiciales contra los responsables públicos que se hayan comprometido a no reducir los sueldos de los huelguistas.

Numerosas empresas en Cataluña acordaron con sus trabajadores no descontar la jornada de huelga; otras pactaron limitar el paro a un número muy limitado de horas y no descontar el sueldo a los trabajadores que lo secunden.

El Ministerio de Hacienda asumió el control de los pagos de la Generalitat -incluídas las nóminas- el 16 de septiembre con el fin de evitar gastos relacionados con la convocatoria del referéndum. El ministro Montoro anunció poco después que la intervención de los pagos se mantendrán de manera indefinida, durante todo el tiempo que sea necesario para garantizar que no se incumple la legalidad.

Hacienda confirmó que el abono de las nóminas de octubre de los empleados públicos de la Generalitat se producirá después de recibir información de la administración catalana sobre la participación o no de cada funcionario en la convocatoria de huelga, para practicar el descuento.