El temporal se cebó ayer con el principal acceso al Pirineo creando una importante afección que amenaza con prolongarse durante meses. Se trata del paso por el Alto del Monrepós, en la N-330, que ayer fue protagonista por el importante hundimiento que sufrió la calzada por la que a diario circulan miles de turismos y camiones entre Huesca y Jaca. Una «pequeña grieta» detectada «a las dos de la madrugada» por los técnicos de Conservación del Ministerio de Fomento acabó, nueve horas después, con el deslizamiento de un trozo de carretera de «51 metros de longitud por 25 de anchura». Un incidente de alto riesgo que, además, se produjo «diez minutos después de cortar al tráfico» la carretera nacional.

La circulación ya había empezado a ser desviada cuando se desplomó parte de la calzada inferior, ubicada a diferente rasante que la que los vehículos utilizan para salvar el puerto y que también acabó deslizándose por efecto del desprendimiento inicial. El bocado dado al pavimento daba cuenta de la dimensión del riesgo que se había asumido hasta entonces.

UN RODEO MUY LARGO

También reflejaba lo que queda por hacer para recuperar la normalidad, una actuación en la que Fomento ya está trabajando y que parece que dejará fuera de servicio durante meses esta vía de conexión y acceso principal entre el Pirineo y Huesca. «Estas actuaciones no son complicadas pero son siempre lentas», explicaron fuentes oficiales del Ministerio de Fomento.

La complicación derivada del corte, establecido entre Arguis y Hostal de Ipiés, comenzó a notarse ayer con un notable aumento del flujo de tráfico en los itinerarios alternativos para acceder a los valles de Tena y el Aragón. Según explicaron fuentes del centro territorial de gestión de Tráfico. La mayoría de los conductores optaron por tomar la antigua carretera nacional, la A-132, desde la circunvalación de Huesca, camino de Ayerbe, pasando por Murillo de Gállego y Bailo hasta Puente de la Reina de Jaca. Allí ya pudieron tomar la N-240 hasta Jaca o, en su caso, hasta Sabiñánigo. Un itinerario que amplía considerablemente los kilómetros recorridos (de unos 60 a 110) y el tiempo, y que además de los turistas de fin de semana sufrirán durante los próximos meses los trabajadores que utilicen habitualmente la N-330.

Se da la circunstancia de que la A-132 estuvo cortada varias horas por un desprendimiento de rocas, también por las lluvias, en el puerto de Santa Bárbara, incidencia que no se solucionó hasta ayer por la mañana.

La red de carreteras ofrece otra posibilidad, hacia el este, tomando desde Huesca la N-240 hasta Barbastro, y subiendo luego por la A-138, por El Grado y Torreciudad, hasta Aína. Un rodeo aún más largo pero que convencía más a algunos, por el aparente mejor trazado de la carretera.

9 HORAS DE INCERTIDUMBRE

Los hechos se produjeron pasadas las 11.00 horas, cuando los responsables de esta vía de titularidad estatal llevaban nueve horas sobre el terreno. El deslizamiento no se produjo exactamente en la calzada por donde ahora circulaban los vehículos -y que será la futura plataforma de la autovía que unirá Jaca con Huesca-, sino por la que antigua N-330, «construida hace 30 años» que se encuentra en una rasante más baja. Esta, en el futuro, «se utilizará como vía auxiliar para dar acceso a las fincas colindantes». «Era un desvío provisional que se abrió para una actuación realizada más arriba (la cima del puerto está a solo 600 metros del tramo afectado), y que se cerró hace solo un mes».

Así lo explicaron a este diario las fuentes de Fomento consultadas, que aseguraron que «se están estudiando diferentes soluciones técnicas» para restablecer la circulación «lo antes posible pero siempre en condiciones de seguridad». No quieren aventurarse a dar plazos pero, a la vista de lo ocurrido, parece que va para largo. Más claro creen tenerlo respecto a lo que provocó semejante afección a la calzada: toda la tierra que se precipitó al vacío «estaba empapada» y todo apunta a que las precipitaciones caídas de forma constante durante los últimos días, en forma de lluvia y de nieve, provocaron unas filtraciones suficientes al subsuelo de arenisca sobre el que se asienta el pavimento.

Fueron nueve horas de incertidumbre porque en un primer momento, a las dos de la madrugada, que es cuando se dio la alerta, nada hacía pensar en este desenlace. De hecho, los técnicos de Conservación pensaron que «podía tratarse de un asentamiento del terreno». A las 8.00 horas ya alertaron de que la grieta había aumentado y ya era de 15 centímetros. En esos momentos el tráfico no se había interrumpido pero sí se daba paso alternativo a los vehículos que llegaban por ambos sentidos de circulación por el riesgo de deslizamiento del terreno. En ese momento ya era preocupante la afección y fue «en torno a las 9.30 horas» cuando se decidió prohibir el paso a vehículos pesados. Para que no fuera a más. Pero no cesó y a las 11.00 horas se decidió desviar a toda la circulación desde Arguis y desde Hostal de Ipiés. Diez minutos antes de que se desplomara.

PORTALET

Además, el paso fronterizo del Portalet permanecerá cerrado desde las 20.00 a las 8.00 horas esta noche y la de mañana, una medida que ya comenzó a aplicarse ayer, por riesgo de aludes en el lado francés, según informó el Gobierno de Aragón. Pese a las nevadas generalizadas en el Pirineo, es el único paso que, hasta ayer, tenía restricciones al tráfico, ya que tanto el Somport como el túnel de Bielsa permitían la circulación sin restricciones, según el centro territorial de gestión de Tráfico. En cualquier caso, recordaron la necesidad de recabar información actualizada, ya que particularmente el túnel de Bielsa a veces efectúa cierres puntuales por diversas causas.