La inclusión en los presupuestos de una expresión como «violencia intrafamiliar» usada por el entorno de Vox como una forma de marcar distancias en la batalla social contra la violencia machista ha enfadado a los colectivos feministas de la ciudad. Pero no solo. «Nos parece un retroceso absoluto», denunció ayer la presidenta del Instituto Aragónes de la Mujer (IAM), María Maria Goikoetxea.

La cesión del PP y Ciudadanos ante la terminología ultraderechista se consideró desde el AIM «un gesto más allá de lo ideológico» porque implica «invisibilizar» la realidad del movimiento feminista. Para Goikoetxea el consistorio zaragozano debería reflexionar sobre su decisión y avanzó que buscarán el modo de «hacer recapacitar» a los responsables municipales. «Estamos sorprendidos porque nunca se había producido una situación parecida antes», destacó.

El enfado que se contagia a otras entidades sociales. Desde la coordinadora de entidades feministas de Zaragoza, María José Gascón, consideró que las partidas en materia de igualdad han sufrido «recortes» hasta el punto de ser «un paso atrás en la igualdad». Además recordó que la ciudad se había sumado a un Pacto de Estado. «La igualdad ha quedado marcada por la ideología», lamentó. Y el sindicato CSIF consideró «un atropello» la eliminación de la Oficina de Transversalidad de Género al destacar el servicio que realiza «en la lucha por la igualdad». Por eso pidieron «una rectificación».

Los responsables autonómicos de PP y Ciudadanos evitaron entrar en la polémica provocada por la expresión «violencia intrafamiliar» y consideraron que las explicaciones de los representantes municipales fueron suficientes para justificar su inclusión en los presupuestos.