Pablo Iglesias vació por completo su agenda el Jueves Santo y cedido el protagonismo a su número dos, Irene Montero. Él se ha trasladado a las redes sociales para marcar en Twitter la posición del partido sobre el tema del día, la polémica de los debates electorales. También publicó un vídeo en las redes sociales en el que insta a los simpatizantes de Podemos a hacer campaña «boca a boca» en sus entornos sociales.

En la pieza, publicada en la red social Twitter, Iglesias elogia las redes sociales «más clásicas», como la familia, los centros de estudio, el trabajo o los barrios.

Y frente a «algunos» con «exceso de arrogancia» que se ven ganadores, el líder de Podemos llama al trabajo «fundamental» del boca a boca.

«Vamos a conquistar cada voto, convenciendo, dialogando, boca a boca, cara a cara, hablando con todo el mundo. Porque este 28 de abril #LaHistoriaLaEscribesTú», reza el mensaje que acompaña al vídeo publicado por el candidato.

La caravana electoral de Unidas Podemos se desplazó ayer a Elche, la cuarta ciudad en población de la Comunidad Valenciana, en una jornada dedicada a la lucha contra la precariedad laboral de las «aparadoras» del calzado. Unidas Podemos cedió la voz en su mitin a representantes de asociaciones de la sociedad civil, a una persona sordociega, a entidades por la educación pública y a mujeres que trabajan en negro para la industria del calzado que clamaron contra su situación de «esclavas».

El de ayer fue el segundo acto de Podemos en la Comunidad Valenciana, que el 28 de abril celebra elecciones autonómicas además de generales. La formación morada pactó con Compromís una lista única al Congreso que le reportó un 25,3 % de los votos y 9 escaños, cuatro de ellos de la coalición nacionalista de Mónica Oltra. Tras no revalidar el pacto, el CIS pronostica que Unidas Podemos podría sacar 3 -dos por Valencia y uno por Alicante- y Compromís uno o dos por Valencia.

Isabel Matute, una de las impulsoras de la Asociación de las Aparadoras de Elche, denunció su precariedad laboral. «No tenemos derechos ni contrato, y después de 50 años trabajando no tenemos derecho a una mínima pensión: Eso es ser esclavas», recalcó.