Pablo Iglesias llegó ayer a la tribuna del Congreso con los votos a favor de Unidos Podemos y una buena dosis de ácido dialéctico. Se irguió en el artífice del éxito de la moción de censura socialista, pidió a Pedro Sánchez un Gobierno de coalición, reclamó con insistencia una solución para Catalunya y pidió «mecanismos extraordinarios» para transformar los Presupuestos del PP en un proyecto más social.

Sostuvo Iglesias que Mariano Rajoy trató de «humillar» al candidato al hacer «burla» del escaso poder que tendrá un Ejecutivo anclado solo a los diputados del PSOE. Para evitar esa fragilidad, mejor una coalición, defendió. «Señor Sánchez, usted no puede salir débil de aquí. Rajoy le ha intentado humillar, con solo 84 diputados. Sea responsable. Construya una mayoría de 156 diputados y diálogo con las fuerzas vascas y catalanas», apeló.

Pidió a Sánchez repetidamente la coalición gubernamental. «El progresismo en España no solo lo representa el PSOE. Hay una nueva España, construyamos juntos, dialoguemos», insistió. Sánchez, agradecido por el apoyo, respondió midiendo el tono y no comprometió nada: «Empecemos a trabajar con humildad y con cierta dosis de realismo». Y solo concedió que habría acuerdos en las políticas, no en el equipo que llegará a la Moncloa. Iglesias lo intentó de nuevo. «Ganemos juntos las elecciones generales», dijo, sin mayor respuesta.

RESPUESTA PARA CATALUÑA / Más allá del reparto de carteras, Iglesias hizo énfasis en la necesidad de encontrar una respuesta para CataluÑa que pase por el reconocimiento de un país plurinacional. También la portavoz de En Comú Podem, Lucía Martín, reclamó a Sánchez que se pronuncie y detalle su hoja de ruta en el conflicto territorial. «Los catalanes nos merecemos una tregua y un Gobierno que tienda puentes», dijo.

Podemos espoleó la tesis de que el triunfo de Sánchez habría sido imposible sin los pasos dados por el partido morado. En primer lugar, la moción fallida de Iglesias. «Hace un año sembramos semilla de esperanza que ahora está germinando», defendió. Y segundo: se atribuyó haber desplazado al PNV de la abstención al ‘sí’ a Sánchez al amenazar con una segunda moción pactada con Ciudadanos. «Sé que hice mi trabajo. Aitor Esteban [portavoz del PNV] reconocía que la moción de censura instrumental ha contribuido a moverse», afirmó.

Pedro Sánchez pasó por alto las referencias a «burla» y «humillación». Agradeció el apoyo e insistió en que PSOE y Unidos Podemos acordarán buena parte de las políticas en los próximos meses.