El PSOE aragonés se propone no ser un convidado de piedra en el proceso de formación del nuevo Gobierno. El máximo dirigente del partido en Aragón, Marcelino Iglesias, arrancó ayer el compromiso inicial de José Luis Rodríguez Zapatero de que tendrá poder de decisión en los nombramientos de al menos los altos cargos considerados clave de la futura Administración socialista, como el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el delegado del Gobierno en Aragón y el responsable territorial de Hacienda.

Iglesias asistió a la ejecutiva federal, que se reunió en Madrid para analizar la victoria del domingo, y, según fuentes socialistas, aprovechó el encuentro para plantear que el PSOE aragonés no permanezca al margen de los sucesivos nombramientos de altos cargos que se producirán en las próximas semanas con la entrada de la nueva Administración.

Fuentes socialistas calculan que existen decenas de puestos susceptibles del recambio, aunque los más destacados son la Presidencia de la CHE y los responsables de Hacienda y de la Delegación del Gobierno, sin olvidar los subdelegados de Huesca y Zaragoza y los directores de Televisión Española y Radio Nacional de España en Aragón. El gerente Territorial de la Seguridad Social y los delegados del GIF y de Renfe son otros puestos estatales a cubrir en los próximos días.

QUINIELAS PREMATURAS Las fuentes consultadas consideran "demasiado prematura" la hipótesis de que algún socialista aragonés entre a formar parte de las quinielas de futuros ministros del Gobierno de Zapatero, ya que en estos momentos se desconoce incluso el número de ministerios que tendrá el nuevo Gabinete socialista. No obstante, los socialistas aragoneses confían en que la estrecha relación que existe entre Iglesias y Zapatero pueda tener su reflejo en la obtención, como mínimo, de alguna Secretaría de Estado. Desde el PSOE aragonés se insistió ayer en que se buscará evitar que los puestos clave en la comunidad sean ocupados por cuneros , es decir, personas ajenas a Aragón.

Ayer, mientras se dispararon las especulaciones, fue una jornada de análisis de resultados y de escasas valoraciones públicas. El secretario de Organización del PSOE aragonés y uno de los más firmes apoyos de Zapatero, Víctor Morlán, se mostró "muy satisfecho" de la victoria del domingo y expresó su convencimiento de que a partir de ahora va a mejorar notablemente el trato a Aragón por parte del Gobierno central. Por lo pronto, reafirmó su convicción de que "el trasvase no se hará". "Hasta ahora éramos los niños malos para el PP y el trato va a cambiar porque existe muy buena sintonía entre Zapatero e Iglesias", afirmó. Morlán aseguró que el Gobierno de coalición PSOE-PAR va a trabajar "con mayor comodidad" con un presidente socialista en la Moncloa y garantizó que las promesas electorales "se cumplirán".

El cabeza de lista al Congreso por Zaragoza, Jesús Membrado, afirmó que en las elecciones legislativas del pasado domingo "ha aflorado la opinión de la gente sobre la prepotencia autoritaria de Aznar". "Los resultados están, hasta cierto punto, mediatizados por la gestión que ha hecho el PP de la crisis del 11-M, absolutamente impresentable. Han ocultado información y han provocado la desconfianza de la gente", señaló. Y agregó: "Tanto Bush como Blair se tragaron las armas de destrucción masiva, que no existían, pero Aznar no quiso ni que se hablara de ellas. Esto era contradictorio con el Estado democrático puro".