Matilde Fernández (Madrid, 1950), tras luchar en la clandestinidad durante la dictadura en el ámbito sindical, llegó al Congreso en 1989 de la mano del PSOE. Y Felipe González la eligió como una de las dos primeras ministras (junto a Rosa Conde) de la democracia, en su segundo mandato.

-¿Qué dificultades tenían las mujeres para acceder a la política a finales de los 80?

-En las décadas de los 70 y 80 la mayor dificultad era que éramos pocas y que nosotras no teníamos poder alguno, sino que lo tenían los hombres. Por eso yo me siento muy orgullosa de haber llevado a un Congreso del PSOE la cuota del 25% de puestos para mujeres. Fue el principio de un mayor espacio para las mujeres en las instituciones y en los partidos. Y fue el principio también para disponer de esa parcela de poder, a gestionar por las propias mujeres.

-¿Se encontró con problemas por el hecho de ser mujer tanto en el Congreso como en el Gobierno?

-Tengo que confesarle que siempre he sido una privilegiada, tal vez porque llegué a formar parte de la comisión ejecutiva del PSOE porque era una dirigente sindical, la Secretaria General de los trabajadores de las Industrias Químicas y Energéticas de la UGT. Después formé parte de dos gobiernos presididos por Felipe González, porque era miembro de la dirección del PSOE. Había gestionado responsabilidades y eso me permitía ser. Pero, el mayor problema con el que nos encontrábamos las mujeres entonces era el paternalismo de los hombres, cuando te apoyaban y la invisibilidad cuando no te apoyaban. Y no hay que olvidar que González incorporó a dos mujeres en su segundo gobierno, después de haberse aprobado la cuota del 25% en el Congreso de 1987.

-¿Considera que esos problemas se han superado hoy?

-No, a pesar de tener la paridad ya en nuestras leyes. Porque tanto la igualdad como la democracia deben trabajarse constantemente, profundizándose en ellas todos los días, desde las estructuras creadas para su avance. El modelo de sociedad que tenemos que interiorizar es el que reconoce a las mujeres en las leyes y en la sociedad.

-¿Cuáles son, en su opinión, las principales barreras en la actualidad?

-Las mujeres tenemos que asumir nuestra responsabilidad, derechos y deberes, de ser mujer y eso es una alta responsabilidad para una misma y para las demás. Tenemos que seguir pactando entre nosotras la sociedad que queremos y trabajar para conseguirlo. Para que se me entienda, la ley de igualdad tiene 10 años y apenas ha habido mejoras en la conciliación.