Unas medidas para tranquilizar a las autonomías y otras para contentar a contribuyentes, si finalmente se aprueban los Presupuestos del 2018. La primera es la nueva prórroga de la vigencia del impuesto de patrimonio, que aporta más de 1.200 millones a las autonomías.

La segunda son ventajas fiscales que se traducirán en un ahorro medio de unos 440 euros anuales para 3,5 millones de pensionistas y trabajadores que ingresan entre 12.000 y 18.000 euros al año, según estima el Gobierno. Y todo ello con una previsión de recaudación sin precedentes: 210.015 millones de euros, el 4,5% sobre lo estimado en el 2017 y el 6% sobre lo realmente ingresado.

El impuesto del patrimonio, del que hay pocos ejemplos en Europa, con excepciones como Francia, fue suprimido por parte del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero pero lo resucitó en el 2010 dada la caída de ingresos provocada por la crisis. Desde entonces se ha ido prorrogando su vigencia anualmente, aunque su desaparición estaba prevista para el 2012.

El tributo aportó en el 2016, el último ejercicio del que hay datos, 1.257 millones de euros en recaudación. Desde su reimplantación en el 2011 más de la mitad de las comunidades autónomas de régimen común han introducido modificaciones en el impuesto orientadas a incrementar su potencial recaudatorio.

UMBRAL DE TRIBUTACIÓN / En el IRPF, que será el gravamen en el que crecerá más la recaudación (5,2% sobre lo presupuestado en el 2017 y 6,5% sobre lo liquidado, hasta 82.056 millones) se eleva el umbral de tributación desde los 12.000 euros actuales hasta 14.000, de manera que quienes cobren un salario comprendido en este tramo dejarán de tributar por IRPF, medida que tendrá un coste de 700 millones. Asimismo, se rebaja el impuesto para los salarios brutos entre 14.000 y 18.000 euros. Según los cálculos del Gobierno, la rebaja supondrá un ahorro medio de 440 euros al año para 3,5 millones de contribuyentes, de los que casi de un millón son pensionistas.

Por otra parte, la reforma del IRPF incluye una ayuda a la natalidad, al incrementar en 600 euros la deducción por cada hijo que supere el mínimo establecido para las familias numerosas, y una ayuda de guardería que permitirá la deducción de hasta un máximo de 1.000 euros por año para las madres trabajadoras por gastos de guardería de niños entre cero y tres años.

También se amplían los impuestos negativos o cheques familiares actuales, con una nueva deducción de 1.200 euros anuales por cónyuge con discapacidad. La rebaja del IRPF se aplicará una vez que entren en vigor las nuevas cuentas públicas, es decir, entre finales del mes de junio y el 31 de diciembre de este año, salvo lo relativo a la nueva deducción por gastos de guardería, que aplicará a todo el ejercicio 2018 cuando los contribuyentes hagan cuentas con Hacienda en 2019. Así, según Hacienda, un jubilado soltero con una pensión de 14.500 euros anuales disfrutará de un ahorro fiscal de 408,5 euros, que será justo el doble en el 2019 cuando la rebaja de aplique un año completo.

Destaca la rebaja del 21% al 10% del tipo del IVA a la entrada en las salas cinematográficas. En cuanto al impuesto de sociedades, la novedad es que las empresas podrán dedicar un 0,7% de la cuota íntegra a fines sociales, mecanismo similar al que opera en el caso del IRPF.