Más de 2.000 hectáreas se han quemado en el incendio forestal que desde ayer afecta a un gran pinar del término municipal de Zuera (Zaragoza), donde casi 300 personas y dieciséis medios aéreos trabajan para atajar las llamas, que siguen aún sin control.

El incendio "no está ni mucho menos controlado", aunque si está "más estabilizado", ha declarado el consejero de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, Alfredo Boné, que se encuentra en la zona del fuego, que se declaró ayer a causa de un accidente de tráfico en la carretera que une Castejón de Valdejasa y Villanueva de Gállego. Lo que más preocupa a los responsables del gran operativo que se ha desplegado en la zona es un foco en la zona noreste del incendio, donde en estos momentos se están concentrando el trabajo de las brigadas terrestres y los medios aéreos.

El operativo lo forman casi trescientas personas, apoyadas por dieciséis medios aéreos, entre avionetas y helicópteros, diez de ellos de Medio Ambiente, además de vehículos y efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME). El consejero Alfredo Boné, quien ha agradecido el trabajo de los efectivos que colaboran en la extinción, ha reconocido que la situación más crítica llega ahora, a partir del mediodía, cuando las temperaturas alcancen su máximo, en torno a los 40 grados.

El principal inconveniente para atajar el frente de las llamas es la continuidad de la masa forestal, que es tan grande "como la quemada hasta ahora", ha explicado el consejero, quien ha visitado el centro del mando del operativo que dirige los medios desplegados contra el incendio. "Se dará por controlado cuando se tenga la seguridad plena de que lo esté" y "en este momento no le está", aunque sí "mucho más estabilizado", ha preciado Boné, quien ha enfatizado que persiste un nivel de alerta "importante".

Según las previsiones que maneja el Departamento de Medio Ambiente, el incendio no va a poder quedar extinguido a lo largo del día de hoy.